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"En Santander fuimos muy rápido"

Pese a enlazar dos sextos puestos, Jon Salsamendi destaca las "buenas sensaciones" que vivió en la 'San José XiV'

"En Santander fuimos muy rápido"Foto: N.g.

TRAS ganar la tanda de honor de Moaña pero verse superada por la Ama Guadalupekoa, que había ganado la tanda anterior, la San José XIV llegó el sábado como flamante líder a Pedreña pero al día siguiente, en su regata, partió de Santander a siete puntos de la Bou Bizkaia y a cuatro de la Bizkaitarra, tras enlazar dos sextos puestos. El próximo domingo, los astillerenses volverán a Portugalete, donde en 2010 lograron su única bandera en el año de su regreso a la elite. Su entrenador, Jon Salsamendi, que no remó en aguas pedreñeras pero sí en Santander, asegura que "el rendimiento deportivo fue similar al de Galicia, pero es evidente que el resultado fue peor y no se corresponde al buen trabajo realizado y a las sensaciones que teníamos dentro de la trainera. Fuimos muy rápido".

"El sábado -desarrolla el oriotarra- hicimos dos largos muy buenos para estar en la pomada, y luego lo acusamos. El domingo, encabezamos la tanda durante media regata, algo que nadie más logró por la calle cuatro. En el último largo, hubo un malentendido y no acertamos con la enfilación. En lugar de ir hacia la calle cinco, como hizo Hondarribia y pedía el viento, tiramos un poco a la tres. Pero de todo se aprende. Cedimos bastantes puntos en la clasificación y se nos ha acercado San Juan, pero salimos vivos y seguimos en la tanda de honor, que es el objetivo que buscamos. Con las condiciones que nos tocaron, ya firmo que el peor fin de semana sea este último".

La desventaja respecto a Urdaibai y Kaiku la considera "remontable, pero no nos obsesiona. Este año, al margen de los campeonatos o estar en La Concha, en la liga nos propusimos dar un salto de calidad y pasar de la parte media de la tabla a la tanda de honor. Lo hemos logrado, y además con posibilidades de conseguir alguna bandera. Lo del liderato es más secundario. Aún es pronto. Si dentro de dos o tres semanas seguimos teniendo opciones, podríamos pensar en el liderato en el último mes, que es cuando se decide".

De momento, Salsamendi va a seguir introduciendo todos los cambios posibles en la trainera. En Moaña fueron cinco remeros y el patrón, y en Santander, incluso, un remero más, Raúl García. "Las rotaciones no las hago para dar descanso, sino porque estimo que todos los remeros son válidos, y esta dinámica también la llevamos a los entrenamientos. Hay quien es partidario de mantener el bloque porque economiza el gasto, pero yo opino que economizamos remando todos. Depende de la plantilla que tengas en cuanto a calidad y número. En nuestro caso completamos todas las fichas porque todos tienen calidad. Nos falta por debutar Ismael Montes, que lo hará después del Mundial sub'23", que se disputa este fin de semana en Amsterdam.

estar lejos de la familia, único pero

Deportivamente, un lujo

En su segundo año al frente de Astillero -club al que llegó como remero en 2006, tras entrenar a Orio-, Salsamendi se siente "muy cómodo. Deportivamente, es una oportunidad excepcional, porque aparte de contar con un buen equipo, los objetivos los marco yo y el club está en la misma sintonía de afrontar todas las facetas del remo que podamos, que es lo que yo viví siempre en Orio: el banco móvil, los barcos pequeños, alguna regata en el extranjero, preparar algún remero internacional como Montes...".

No le va mal. En 2010 enlazó los títulos estatales en bateles, trainerillas y ocho con, y este año solo se les escapó este último por un segundo ante el Labradores de Sevilla, que bogó en casa con remeros internacionales. "Estoy encantado aquí. En el club se han puesto los cimientos para un proyecto a largo plazo, en el pueblo me quieren... Por poner un inconveniente, el único es el estar separado de la familia. Yo vivo en El Astillero de martes a domingo y mi mujer -Izaskun Aranburu, bicampeona mundial de K-2 y dos veces olímpica- vive en San Juan y trabaja en Donostia. Para septiembre esperamos una niña, y hay que sopesarlo todo. Vine aquí para un año, y ya llevo seis. Siempre he renovado año a año, pero para quedarme en un sitio primero tienen que querer que me quede. Hasta ahora ha sido así, y nunca he mirado nada fuera de aquí. Deportivamente es un lujo: podemos tener grandes aspiraciones pero sin la obsesión por lograr un resultado".