Erhard Loretan fallece en los Alpes
el escalador suizo fue el tercer hombre que coronó la cima de los 14 'ochomiles' En los logros de este pionero del alpinismo en estilo alpino figura la ascensión al Everest en solo 36 horas
Donostia. Erhard Loretan, uno de los pioneros del alpinismo en estilo alpino, falleció el pasado jueves tras sufrir un accidente en los Alpes. El escalador suizo, que cumplió 52 años ese mismo día, murió mientras guiaba a un cliente en una de las aristas del Grünhorn (4.043 metros), en los Alpes Berneses, a unos 3.800 metros de altitud. El siniestro se produjo cuando ambos se habían encordado para comenzar la escalada. Loretan falleció en el acto, mientras que su acompañante, de 38 años, se encuentra en un hospital en estado grave.
En 1995, cuando tenía 36 años, Loretan se convirtió en el tercer montañero en completar los catorce ochomiles del planeta, por detrás de Reinhold Messner y de Jerzy Kukuczka. El escalador suizo realizó la mayor parte de sus ascensiones en estilo alpino. Entre sus logros más llamativos figura la coronación del Everest sin oxígeno y el regreso al campo base en unas 36 horas, un registro que todavía figura como el ascenso más corto a esta montaña jamás conseguido por un occidental.
El montañero helvético holló la cima de su primer ochomil, el Nanga Parbat, en 1982, y ya entonces comenzó a probar un sistema de ascensiones rápidas, sin cuerdas fijas, sin apenas material o provisiones, y sin recurrir al oxígeno artificial, llegando a declararse "un extremista en este aspecto". El montañero de Friburgo afirmó incluso que habría que establecer "varias categorías" entre quienes ascienden ochomiles: "los que llevan oxígeno y los que no".
Loretan tampoco era partidario de pasar por largos períodos de aclimatación ya que, a su juicio, era preferible estar el menor tiempo posible por encima de los ocho mil metros de altitud.
El suizo era consciente de los riesgos que asumía, pero defendía que "en el montañismo, es el contacto con la muerte el que concede valor a lo que hacemos". "Nunca busqué itinerarios peligrosos. Siempre hay que hablar de seguridad entre comillas. Esa falta de seguridad obliga al alpinista a hacer un cálculo sobre el terreno. Si estuviera seguro de no tener que resolver ningún problema cuando salgo a la montaña ni siquiera iría".
Loretan no quiso embarcarse en el proyecto de hollar las catorce cumbres más altas del planeta en un año: "La idea de hacer montaña solo por dinero no me interesa: quien va por dinero no vive mucho tiempo. Prefiero hacer trabajos verticales, carpintería o, lo mejor, trabajar como guía. Porque, sobre todo, lo que me gusta es estar en la montaña".