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Otro castigo sobre la bocina

El Lagun Aro GBC vuelve a perder en un final de cara y cruz, esta vez tras una canasta de Englishy un posterior fallo de Panko, y tras haber cuajado un partido correcto en líneas generales

Dos semanas después, la historia se repitió. Al igual que en el Nou Congost de Manresa, el Lagun Aro GBC estuvo a punto ayer de volverse de Badalona con la victoria bajo el brazo, pero volvió a ceder en otro final de infarto, a cara o cruz. Le volvió a salir cruz. Peleó de tú a tú con el DKV Joventut, cuarto clasificado de la ACB, pero se volvió de vacío. Dos derrotas de estas características en un lapso de quince días es un balance cruel para un equipo que está haciendo un buen inicio de temporada pero que ya tiene tantas derrotas como victorias. Tampoco es cuestión de decir que haya sido injusto, porque en el baloncesto siempre -o casi siempre- gana el mejor. Ayer, el Lagun Aro fue durante muchos minutos tan bueno como el Joventut, pero le faltó rematar la faena (75-73).

La historia del final de infarto vivido ayer en Badalona comenzó a contarse a 40 segundos del final, cuando Doblas puso el empate a 73 en el marcador. El Lagun Aro defendió bien el siguiente ataque del Joventut y Trias tuvo que lanzar un triple forzado que repelió el aro. El rebote salió largo y se lo llevó English, más avispado que los hombres del GBC, que se dejaron ahí medio partido. Fue el 16º rebote ofensivo que concedieron al Joventut, una cifra demasiado alta. Luego, el canadiense demostró toda su clase superando en un uno contra uno a Baron y anotando el 75-73 a 2,7 segundos para el final. Laso pidió tiempo muerto y preparó una jugada para Panko, que se levantó desde cinco metros, en una posición un tanto forzada, y falló.

Para el recuerdo quedarán esos instantes finales, pero el partido probablemente no se decidió ahí. El equipo de Laso, que jugó un buen partido en líneas generales, cometió los mismos errores que en Manresa. Por un lado, tuvo dos veces diez puntos de ventaja en el marcador, 21-31 al inicio del segundo cuarto y 42-52 mediado el tercero, y las dos veces se dejó remontar. Y por otro, abusó del tiro exterior, lanzando hasta 29 triples y acertando sólo nueve, un porcentaje del 31%. Escaso. Especialmente negado estuvo Jimmy Baron Jr., con un inusual 1/7 en triples. En cambio, Doblas sólo lanzó cuatro veces a canasta y acudió dos veces a la línea de personal, y Miralles y Kone apenas recibieron balones. Andy Panko fue el único que equilibró el juego exterior e interior. Una asignatura pendiente para las próximas jornadas.

las faltas de doblas Tras un primer cuarto muy vistoso para el espectador, con 21-26 en el marcador y un acertadísimo Salgado, autor de tres triples, el Lagun Aro dio el primer estirón con el 21-31 en el minuto doce. Laso movió el banquillo, pero esta vez los hombres de refresco bajaron considerablemente las prestaciones. Ni Uriz, ni Lorbek, ni Kone tuvieron el día y con los teóricos reservas en cancha al Lagun Aro le costó mucho anotar. Con la puesta en escena de nuevo de Salgado y Panko, otra vez el GBC vio aro y se fue al descanso con ventaja (35-41).

El segundo estirón visitante de la tarde llegó de mano de Panko, Salgado y Doblas, que volvieron a agrandar la brecha (42-52) mediado el tercer cuarto. Justo en ese momento, por desgracia, entraron en juego los árbitros. Pitaron una inexistente falta de Doblas a English que suponía la cuarta del cántabro, por lo que se tuvo que ir al banquillo. La errónea decisión arbitral sentó fatal al Lagun Aro, que tardó en recuperarse del golpe y se vio hasta seis puntos por debajo (63-57) en el minuto 33, tras encajar un parcial de 19-5 con Doblas en la banda.

El único triple del día de Baron y otro de Tskitishvili propiciaron la inesperada recuperación del Lagun Aro y a partir de ahí el choque se convirtió en un cara o cruz en el que Panko tomó la responsabilidad, anotando seis de los últimos diez puntos de su equipo, con el lunar de fallar el último tiro. El final ya lo saben, otra derrota sobre la bocina y otro regreso a casa pensando en lo que pudo haber sido y no fue. El Lagun Aro se queda con un balance de 5-5 que se antoja corto para los méritos desplegados por el equipo, con sus defectos, que también los tiene. La ocasión para resarcirse llega el próximo sábado ante un enrachado Gran Canaria en el San Sebastián Arena.