Objetivo: recuperar el ánimo

No fue agradable el viaje de vuelta a casa para la expedición del Lagun Aro GBC. Jugadores y técnicos afrontaron las más de cinco horas de autobús entre Manresa y Donostia, que les dejó en casa pasadas las tres de la madrugada, con caras largas, dando vueltas al partido y preguntándose cómo se les podía haber escapado la victoria. "Nos han tenido que meter tres triples y la bomba de San Miguel en dos minutos para ganarnos", comentaba el capitán Ricardo Uriz, fuera del fatídico Nou Congost, tratando de buscar las primeras explicaciones a la derrota, aún incrédulo por volverse con las manos vacías, como sus compañeros, casi todos incapaces de disimular su decepción. Tenían claro que el equipo había jugado bien y la canasta de San Miguel cayó como un jarro de agua fría. Tampoco podían dejar de pensar en cómo habría quedado la clasificación en caso de victoria.

El cuerpo técnico encabezado por Pablo Laso era consciente de que su primer trabajo a partir de hoy en el regreso a los entrenamientos -la plantilla tuvo jornada de descanso ayer- será recuperar el ánimo de los jugadores. Más allá de las 23 pérdidas de balón registradas durante el partido y de no haber sido capaces de administrar las jugosas rentas que tuvo en algunos momentos, los entrenadores siguen estando satisfechos de la actitud y el juego de sus jugadores en este inicio de liga y no quieren que una derrota como la de Manresa sea un lastre anímico.

Bajo la dirección de Javi Salgado -destacada incluso por Jordi Grimau-, el Lagun Aro volvió a mostrarse como un equipo solvente tanto en ataque como en defensa pese a los altibajos, y hubo buenas noticias: Andy Panko cada día está mejor y Jimmy Baron, que sufrió una pegajosa defensa, demostró que sabe fajarse en ambientes adversos. Además, Tskitishvili se está convirtiendo en un recurso muy válido si la dupla Miralles-Doblas no funciona.

El calendario se endurece Si quiere seguir manteniendo su sexta posición actual, el equipo de Laso no podrá bajar su nivel, porque en las próximas semanas llega un tramo de calendario realmente complicado. El domingo viene al Donostia Arena el Valencia, que de la mano de Pesic ganó el domingo al CAI Zaragoza; siete días después el Lagun Aro visita al Joventut; y el 11 de diciembre toca recibir en casa al Gran Canaria. Tres equipos que, sobre el papel, son superiores al bloque guipuzcoano, aunque ninguno de ellos está mejor clasificado.

Además, aunque desde el club no se quiere hablar de la Copa, ganar alguno de esos tres partidos es necesario para seguir alimentando el sueño. Todos ellos son rivales directos en la búsqueda del premio, sobre todo los catalanes y los canarios.