Burgos. El corredor del Euskaltel-Euskadi Samuel Sánchez, cuarto en la última edición del Tour de Francia, se proclamó vencedor de la XXXII edición de la Vuelta a Burgos al ganar en la etapa reina, con final en las Lagunas de Neila.

El asturiano superó en los últimos metros con un fuerte cambio de ritmo al vencedor en esta cima en 2009, Ezequiel Mosquera (Xacobeo-Galicia), que fue segundo en la etapa y en la general, a un segundo de Samu.

El pelotón afrontaba esta etapa reina consciente de la dificultad extrema de sus últimos 55 kilómetros, en los que tuvieron que superar un total de cinco puertos, uno de tercera categoría, dos de segunda, uno de primera y otro de categoría especial, que conducía a la meta, y en el que emergieron los ciclistas que amenazaban el liderato de Gianpaolo Caruso.

El italiano defendió el jersey morado con dignidad hasta que el desnivel de las rampas a dos de meta era del 12%. Fue entonces cuando el italiano del Katusha reventó y dijo adiós a toda opción de victoria final, dejando vía libre a Samuel Sánchez y Ezequiel Mosquera, que se jugarían la victoria. Para entonces, también había cedido Igor Anton, que realizó una gran labor en beneficio de Samuel, mientras que Vincenzo Nibali (Liquigas) perdió comba en el último kilómetro.

A falta de veinte metros para la llegada a meta, el asturiano, con una facilidad pasmosa, cambió el ritmo y aseguró la victoria de etapa y de la general, dando a Euskaltel-Euskadi una ronda que ya logró en 2006 con Iban Mayo.