Tonale (Italia). David Arroyo (Caisse d"Epargne) hará hoy realidad su sueño de acabar en el podio del Giro de Italia, y lo hará además en el segundo peldaño, sólo por detrás de Ivan Basso (Liquigas-Doimo), tras defenderse ayer con autoridad de sus rivales en la última etapa de montaña.

Sólo quedan ya por disputarse 15 kilómetros de contrarreloj, en Verona, y las diferencias, salvo desastre, son insalvables: ni Arroyo puede poner en apuros la victoria final de Basso (la desventaja es de 1:15) ni nadie puede arrebatarle a él el segundo puesto (supera en 1:41 al segundo clasificado).

Por ello, el único interés de la crono estará en la reñida lucha por el tercer peldaño del podio, ya que Vincenzo Nibali (Liquigas-Doimo) y Michele Scarponi (Androni Giocattoli) están separados por tan sólo un segundo.

Gavia, tonale, nieve A la dureza del trazado de la etapa de ayer -Passo di Gavia y Passo del Tonale- se unieron las malas condiciones meteorológicas.

El suizo Johann Tschopp (BBox) ganó, con una ventaja de apenas 16 segundos sobre Cadel Evans, tras atacar a sus compañeros de escapada en el descenso del Gavia y realizar en solitario el peligroso descenso y la subida al Tonale.

Pero la emoción estuvo más atrás. En este Giro en el que nadie ha dado nada por perdido, ayer se asistió al último y desesperado intento de Carlos Sastre y Alexandre Vinokourov, que se escaparon en diferentes momentos de la etapa para acabar uniéndose a un grupeto delantero entre los que estaban entre otros Marco Pinotti (Columbia) y Damiano Cunego (Lampre).

La ventaja nunca llegó a ser excesivamente preocupante para los hombres de Liquigas, que intentaban controlar la carrera por detrás.

Las laderas del Passo Gavia recibieron inclementes, con varios metros de nieve, a los ciclistas. Alexandre Vinokourov fue el primero en calentar los motores en las duras rampas, pero no logró coger ventaja. Los que sí aprovecharon el momento fueron el italiano Gilberto Simoni (Lampre) y el suizo Johan Tschopp (BBox) que demarraron del grupo cabeza de carrera y lograron varios segundos de ventaja. El suizo tuvo el honor de coronar la cima Coppi.

Por detrás, el Liquigas seguía controlando a la perfección la situación de la escapada, que no lograba superar el minuto de ventaja.

El descenso antes de afrontar el Passo del Tonale era peligroso, y Tschopp, por insistencia, logró irse en solitario. Por su parte, Carlos Sastre y Pinotti perdieron contacto y se quedó delante un grupo con Vinokourov, Simoni, Karpets (Katusha), y Righi (Lampre).

En la última ascensión las fuerzas de los escapados fueron decreciendo poco a poco. Los primeros en ser cazados fueron Sastre y Pinotti, y aunque Vinokourov intentó poner un punto más de intensidad, la salida desde atrás de Cadel Evans (BMC) como un obús dinamitó los últimos kilómetros.

El australiano, con un ritmo infernal, estuvo a punto de llevarse la etapa, pero le faltaron metros. Mientras, Scarponi (Androni Giocattoli) intentó sumar unos segundos claves en su lucha con Nibali, y David Arroyo, pese a ceder algunos segundos, salvó perfectamente la etapa.