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La victoria más grande

El Lagun Aro, con un derroche físico encomiable y un juego espectacular y certero, se aprovecha de la relajación del Barça para lograr un triunfo histórico y lograr la salvación virtual

La victoria más grandeEFE

donostia. Fue un día irrepetible, histórico, que quedará grabado en la memoria del San Sebastián Arena durante mucho tiempo. Fue probablemente la victoria más grande lograda por este club en la ACB y no porque la salvación está virtualmente garantizada, que ya es importante, sino porque enfrente estaba el súper Barcelona, el mejor equipo de Europa que ayer vino de paseo a Donostia y que fue arrollado por un Lagun Aro GBC que logró una victoria extraordinaria por 71-60 gracias a una actuación llena de deseo, ilusión, esfuerzo, entusiasmo y motivación. Sin Panko y con Hopkins lesionado desde el minuto tres, los demás jugadores se dejaron hasta la última gota de sudor para lograr un triunfo épico, brillante y que enamoró a los espectadores que ayer se acercaron a ver a Ricky Rubio y compañía y que acabaron haciendo la ola, aún sin creerse lo que estaban viendo. No es para menos. Ni el más optimista soñaba con algo así.

Dejando a un lado los dos ascensos, que suponen un punto de inflexión en la historia del club, la victoria de ayer es la que ha dejado mejor sabor de boca en la corta historia del Gipuzkoa Basket. Nunca su afición disfrutó tanto como ayer, nunca ha habido tantos niños esperando la salida de los jugadores para sacarse una foto con ellos. Nunca el Lagun Aro había ganado a un equipo tan bueno y quizás nunca más lo haga. Sólo cuatro equipos habían derrotado este año al Barça de Xavi Pascual: el Valencia, el Gran Canaria, el Partizan y el Real Madrid. El Lagun Aro ha sido el quinto. Cierto es que el Barcelona vino sin su estrella, Juan Carlos Navarro, y excesivamente relajado. Pero, sinceramente, ¿a quién le importa eso? Lo que quedará es la victoria ante el posible futuro campeón de la Euroliga, la ilusión de esa gente que volverá al pabellón dentro de dos semanas con la idea de celebrar la salvación matemática.

Fue el triunfo soñado en el día señalado. Con las cámaras de Televisión Española por primera vez en directo y con toda la ACB pendiente de ese partido, el club dio una imagen excelente, con un equipo batallador hasta la extenuación y un público entregado. El éxito cosechado ayer puede suponer un impulso al proyecto. Quizás ahora las instituciones o alguna empresa se decidan a ayudar más a ese equipo que fue capaz de tumbar al Barcelona. Los mayores triunfos llegan en los momentos más difíciles. Con el mejor jugador en el banquillo, con la desilusión en el ambiente por la racha de derrotas desde que empezó enero... una victoria así te quita todas las penas.

todo el partido mandando Los 8.075 espectadores que había en las gradas se pasaron todo el partido frotándose los ojos, porque no se creían lo que veían. El Lagun Aro mandó en el marcador desde el 3-2 con un triple de Uriz. De ahí al 6-4 con otro triple de Detrick, al 11-4... quien más quien menos pensaba: "A disfrutar hasta que el Barcelona quiera". Pero ni los culés despertaron ni los locales bajaron el pistón. Los jugadores de Laso salieron híper motivados a pelear cada rebote, a dar el 100% en cada acción defensiva. A esto le añadieron un extraordinario acierto desde 6,25 en el primer cuarto, con un 4/5 que hizo que el marcador señalara sus primeras ventas importantes: 22-14 al término del primer cuarto.

El Lagun Aro no sólo no bajó luego su rendimiento, sino que lo subió hasta empequeñecer al Barcelona de un desesperado Xavi Pascual, que movía y movía el banquillo. No obtuvo ningún resultado, porque enfrente tuvo a un equipo inspirado como nunca. Un triple de Lorbek y otro de Barbour dieron quince puntos de ventaja al Lagun Aro mediado el segundo cuarto (31-16). El Barça comenzó a reaccionar (33-27), pero el coloso Doblas, con una canasta tras rebote, y Sergio, con otro triple, volvieron a dejar las cosas claras (38-29).

En el tercer cuarto se esperaba la reacción del Barcelona, pero ésta no llegó. El Lagun Aro lo impidió manteniendo una solidez defensiva no vista hasta la fecha. En los últimos minutos del tercer acto, pareció que el cansancio empezaba a aparecer en las filas locales. El ataque perdió fluidez, pero la ilusión pudo con todo. Una falta forzada por Lorbek, que anotó los dos tiros libres, y un rebote ofensivo de Miralles culminado con canasta dejaron otra vez la renta local en siete puntos (56-49).

El último cuarto fue apoteósico. Doblas y Uriz se crecieron hasta límites insospechados y lideraron al Lagun Aro hacia unos últimos minutos mágicos. Qué justa recompensa a su labor por este club que ambos jugadores hicieran un partido tan bueno ayer. El caso es que, con la vieja guardia al frente, el equipo de Laso fue aumentando su renta. En el minuto 33, era de quince puntos (63-48). La victoria estaba tan cerca que el público no se lo acababa de creer. Todos esperaban un arreón del Barça. Pero ayer nada pudo romper la magia del San Sebastián Arena. Barbour puso la guinda con un par de mates y la afición acabó haciendo la ola. Fue un día grande, muy grande, el más grande jamás contado. Todos los que vivieron ayer esta jornada histórica se despertarán hoy con una sonrisa en la boca. Que no decaiga hasta final de temporada.