Donostia. Fue uno de los mejores el pasado domingo ante el Murcia, como ya lo había sido en los dos anteriores choques, frente al Cajasol y al Unicaja. Sergio Sánchez, después de una temporada con demasiados altibajos, parece haber encontrado una regularidad en su juego y ha asumido su rol de base titular que le corresponde. En plena crisis de resultados -a la que se puso punto final hace tres días- el andaluz ha tomado el mando del equipo.

"Ahora mismo me encuentro bien, la verdad. En los últimos tres partidos Laso me ha dado su confianza. He tenido continuidad y eso es importante para mi juego. Las situaciones complicadas no me echan para atrás; al revés, es cuando hay que dar un paso adelante. Espero que sigamos así, yo jugando bien y el equipo consiguiendo triunfos".

Los números confirman sus palabras. Entre las jornadas 17 y 19, contra Fuenlabrada, Manresa y Real Madrid, jugó menos que nunca, apenas quince minutos por partido, y se quedó en cinco puntos de media. En las tres últimas jornadas, en cambio, ha jugado el doble -el último día contra el Murcia estuvo en cancha más que nunca, 33 minutos- y ha promediado doce puntos, números más acordes a lo que se espera de él.

"En ocasiones, rotar con tres bases resulta complicado para nosotros, porque pasas muchos minutos en el banquillo. Hay veces que nos ha salido bien, otras no. Ahora parece que Pablo (Laso) está cambiando menos porque quiere mantener una línea de juego, y yo me estoy sintiendo a gusto", señala Sergio.

Tiro exterior y defensa La buena actuación del base frente al Murcia (11 puntos, 4 asistencias, 4 rebotes y 3 faltas recibidas) sólo se vio empañada por el escaso acierto en el tiro exterior (2/9 en triples), algo que afectó a todo el equipo: "Lo estuvimos comentando en el vestuario. Mis cuatro primeros triples los tiré solo y los fallé, y luego metí el más difícil. Barbour también metió dos seguidos justo cuando tenía un tío encima. Lo normal es que cuando estás solo tengas un porcentaje mejor. Esperemos que sea cosa de un día".

También se ha apreciado en las dos últimas jornadas en casa una mejoría en la labor defensiva de Sergio, sin duda uno de sus puntos débiles. El base reconoce que ha estado trabajando con Eugenio Rodríguez, el preparador físico: "Hemos estado insistiendo en los desplazamientos laterales, algo que siempre me ha costado, pero todo va unido. Tienes más minutos, más confianza y te encuentras más cómodo en todo, también en el aspecto defensivo".

Ya vivió rachas parecidas El triunfo ante el Murcia supuso acabar por fin con la racha de siete derrotas seguidas. "Era una dinámica muy mala, que teníamos que cortar. Era difícil trabajar así, nos hemos quitado un peso de encima, pero aún no hemos hecho nada, somos conscientes de que seguimos en una posición incómoda".

El base ya vivió dos rachas muy malas en sus dos temporadas con el Estudiantes. En la 2006-07 perdió siete partidos seguidos entre las jornadas 10 y 16, pero zanjó la crisis con ocho triunfos consecutivos entre las jornadas 21 y 28. Peor fue lo que vivió un año después: diez derrotas seguidas que casi mandan al equipo a la LEB. Tres victorias en las últimas jornadas obraron el milagro.