Julen Retegi era un chaval de 12 años que en 1997 presenció en directo desde la grada del Ogueta de Vitoria la remontada más grande de la historia de la pelota. La protagonizó su padre, Julián, para alzarse con la última de las 21 txapelas (11 del mano a mano de Primera y una del de Segunda; 5 del Parejas y 4 del Cuatro y Medio) que se caló a lo largo de su carrera profesional. El ex manista de Eratsun, que contaba por aquel entonces con 43 años, se repuso de un 17-21 adverso en una tarde mágica para gozo propio y el de su hijo, que asistió atónito y feliz a la proeza de su padre. Julián ganó aquella final del Cuatro y Medio a costa un pelotari riojano 15 años menor que él y al que se le presentaba un halagüeño futuro por delante. Era Titín III que, doce años después de aquello, iniciará el domingo su concurso en la liguilla de semifinales de la jaula contra un rival especial: Julen Retegi, el hijo del hombre que le privó de aquella txapela que tuvo en el bolsillo.

Ayer acudieron al Astelena los Retegi. Julen acudió como pelotari. Su padre, Julián, como botillero. Dos generaciones que en el frontón eibarrés se encontraron con su nexo, Titín III. "Me llena de orgullo y satisfacción jugar contra Julen Retegi", señaló el delantero de Tricio. "Lo que pasa es que mientras Titín sigue siendo el mismo, Julen es el hijo de Retegi II. Es bonito haber jugado contra el padre y, años después, con el hijo". Para el riojano, "Retegi es un apellido legendario". Y el que vuelva a estar vinculado a él le sabe a gloria.

Papeles cambiados Titín vuelve a verse las caras con un Retegi, pero esta vez con los papeles cambiados. En 1997 disputó la final del Cuatro y Medio contra Julián. El riojano contaba por aquel entonces con 28 años y hacía apenas cinco que había debutado como profesional, mientras que el delantero de Eratsun tenía 43 años y apuraba sus últimos años como pelotari en activo. Pero al caracolero le toca ahora lidiar con el papel de veterano (en enero de 2010 cumplirá 41 años) y a su rival el de joven aspirante. Julen tiene 24 años y afronta su primera incursión en unas semifinales de un torneo de la LEP.M.

Si a Titín le motiva medirse a un Retegi, a Julen le ocurre otro tanto. "Suena bien el enfrentamiento Titin III-Retegi Bi, sobre todo por los nombres", explicó ayer. "Yo estuve en el Ogueta cuando mi padre le ganó a Titín la final en la jaula". Julen lo vivió emocionado desde la grada en compañía de su hermano pequeño, Beñat. Ha mamado la pelota desde que era un crío y el sábado se cobrará su primera recompensa seria, aunque Retegi Bi ya sabe lo que es calarse una txapela profesional (ha ganado tres torneos de Segunda: dos veces el Manomanista y una el Parejas).

Pese a que Titín no atraviesa por su mejor momento de forma y juego y aunque Julen viene de sorprender al campeón, Retegi Bi no se fía de su rival del domingo. Ayer lo evidenció tras separar material en el Astelena. "Todos sabemos el nivel que tiene Titín y, a pesar de que los periodistas le queréis jubilar, me lo va a poner muy difícil". Para dicho encuentro, ambos separaron ayer un material muy similar. "No son pelotas excesivas", dijo Titín, que se quedó con dos cueros de 106,8 y 106 gramos, mientras que Retegi Bi apostó por otros dos de 106 y 106,1 gramos con más salida de frontis.