De Sosa: “Los más jóvenes saldrán de la mierda que les dejamos”
El donostiarra presenta su nueva película, ‘Balearic’, en la Sección Oficial del Festival de Sitges
No esconde el cineasta donostiarra Ion de Sosa que su nueva película,Balearic, que concurre en la Sección Oficial del Festival de Cine de Sitges, nace de la denominada crisis de los cuarenta, de cuando uno intenta “parar el autobús en el que va y reflexionar un poco para ver cuán lejos o cerca está de ser la persona que deseaba ser”.
A sus 44 años, empezó a darle vueltas a todo ello y a pensar que cuando tienes dieciocho años lo que quieres “es cambiar el mundo, y cuando tienes cuarenta lo que quieres es tener una piscina”.
Con estos mimbres y otros que fue añadiendo al guion, ha acabado dando forma a Balearic, una historia estival, con toques surrealistas, con perros feroces y unos jóvenes con ganas de remojarse en el agua, en la primera parte, y una segunda en la que los protagonistas son unos adultos, algunos de ellos talluditos, en una particular celebración familiar con paella e incendio forestal incluidos.
Considera, como ya dijo en el Festival de Locarno la actriz y guionista Lorena Iglesias, que el espectador tiene delante a “unos jóvenes que no la ven venir y a unos viejos que miran para otro lado”.
Jóvenes y adultos
La cinta empieza con el retrato de cuatro jóvenes, tres chicas y un chico, en el verano que supondrá su separación, puesto que en otoño cada uno iniciará una vida distinta en universidades diferentes y deciden, tras encontrarse con una casa que parece abandonada, bañarse en su piscina, lo que comportará que paguen un precio.
En la segunda parte, los protagonistas son un grupo de adultos, indolentes ante los problemas y “pasivos” ante lo que les pueda ocurrir a las generaciones futuras, más interesados en acumular bienes o en evadir impuestos.
De fondo, hay un incendio, metáfora de “un peligro inminente, pero lejano”, con unas cenizas que llegan al grupo, incluso les acaban manchando, pero ellos “lo viven como una Navidad, celebran estar seguros, contar con una suerte de castillo desde el que observar”.
Sin desvelar cómo termina la película, su director defiende que lo que se ve lleva a pensar que todavía existe cierta esperanza en el futuro. “Yo, como adulto, no soy capaz de imaginar las soluciones que los más jóvenes de hoy van a imaginar, pero seguro que será a través de la solidaridad y de su ingenio e inteligencia tendrán posibilidades de salir de la mierda de contexto, de vida que les estamos dejando”, asegura.
En su segunda visita a Sitges después de que hace dos años se ofreciera fuera de concurso su mediometraje Mamántula, estrenado en el Zinemaldia en 2023 y nominado a los Goya, Ion de Sosa está feliz de que lo hayan seleccionado ahora para la sección oficial con esta película, en la que, entre otros actores, cuenta con Christina Rosenvinge.