Premio del Jazzaldia para Marc Ribot, el músico “perfecto” y combativo
El guitarrista ha ofrecido en el Victoria Eugenia un último concierto de alto voltaje con mensaje antifascista incluido.
Hablar en términos, categorías, escalas y adjetivos absolutos en el arte es siempre un terreno peliagudo. Bien lo sabía Ludwig Wittgenstein que planteó todo un sistema filosófico al respecto. También lo sabe el director del Jazzaldia, Miguel Martín, que durante la entrega del premio Donostiako Jazzaldia al guitarrista estadounidense Marc Ribot, ha reconocido que se “iba a meter en un jardín” al reconocer que el instrumentista es un “músico perfecto”. El intensísimo concierto que ha seguido a la entrega del galardón no ha quitado ni un ápice de razón a Martín.
El guitarrista se ha mostrado agradecido por el reconocimiento del Festival de Jazz y también ha bromeado al respecto, al afirmar que admira a muchos músicos de jazz pero que hasta el momento en el que le han hecho entrega de este premio, “no sabía que era uno de ellos”. “Ahora tengo una placa que lo demuestra”, ha seguido Ribot con la broma.
El del Victoria Eugenia de esta mañana ha sido el tercero de los bolos que ha dado en la 60º edición de este certamen. Comenzó el viernes con su propuesta Hurry Red Telephone; continuó el sábado solo en San Telmo; y ha rematado en el teatro junto al río Urumea con el trío Cercamic Dog una exhibición de talento y de que es capaz de hacerlo todo y que todo suene a conexión de altísimo voltaje: jazz, rock, punk, r&b, ritmos latinos, death metal, música de western...
Ha estado acompañado con dos músicos a la altura del líder, Shahzad Ismaily (bajo y teclados) y Ches Smith (percusión). Tampoco ha perdido la ocasión de ponerse reivindicativo con una versión del Bella Ciao, que grabó junto a Tom Waits en el álbum Songs of Resistance 1942-2018. En el encore ha vuelto criticando el genocidio de Gaza cometido por Israel y hablando de la “dictadura” en la que viven con Trump y con la arenga de “¡No pasarán!” ha encaminado el final.