“La mayor obra monumental a la que se enfrentó Basterretxea”. Así ha definido Miren Vadillo, doctora en Historia del Arte por la EHU, Urbidea, el trabajo hecho de cemento del vizcaino para la presa de Arriaran en Beasain. Una exposición en Museum Cemento Rezola, que se puede visitar hasta el 25 de octubre, repasa la historia de su construcción y el uso de este material en varias esculturas más del artista.

Bajo el título Basterretxea eta zementua. Presa de Arriaran, el museo del barrio donostiarra de Añorga se suma así a las celebraciones que se han venido dando por el centenario del nacimiento de Néstor Basterretxea el año pasado. Vadillo, comisaria de la exposición, ha presentado esta mañana la muestra junto a Rafael Pascual, director del museo, y José María Echarri, presidente de honor y portavoz de Heidelberg Materials.

Aunque el cemento “no fue uno de los materiales predilectos del autor”, trabajos de la relevancia de la presa de Arriaran hacen que sea interesante analizar el uso de este componente en sus obras. El propio Basterretxea dio una gran importancia a su construcción, a la que se enfrentó con “mucho compromiso, como él mismo aseguró en su momento”, ha indicado Miren Vadillo. La muestra que se puede ver en Museum Rezola sirve para ahondar “un poco más en la capacidad creativa y estética de Basterretxea”.

Además, en Basterretxea eta zementua. Presa de Arriaran queda clara la importancia que el artista le daba a la obra social. Basterretxea tenía un gran compromiso “con su pueblo, su sociedad” y, de hecho, todos los trabajos expuestos son obras públicas, en las cuales puso un especial empeño en desarrollar “una estética y un lenguaje que se adecuara a las ideas y a los paisajes de su tierra”, ha señalado la comisaria

Rafael Pascual, José María Echarri y Miren Vadillo, en la presentación de este miércoles Arnaitz Rubio

La exposición

En la muestra se enfatiza la gran importancia que tuvo el ingeniero José María Elosegui en lograr la implicación de Basterretxea en el proyecto de Arriaran. De hecho, en la exposición se puede ver una copia de la carta que este mandó al artista pidiéndole su participación. Fue Elosegui quien, después, convirtió en realidad lo diseñado por el escultor de Bermeo. El ingeniero, que también estuvo detrás, por ejemplo, de El Peine del Viento de Chillida, tenía un gran interés por el arte y la cultura, y él fue quien planteó que la presa de Arriaran contara con una escultura.

Urbidea fue diseñada en 1993, y se enfrentó a no pocos problemas. Como se puede ver en la exposición, se buscaba una integración con el entorno natural, para que la presa fuera un elemento que no desentonara en su espacio. En un primer momento se pensó en cubrir de verde toda la estructura, pero finalmente, por la dificultad que entrañaría su mantenimiento, se optó por unas jardineras colocadas simétricamente a lo largo de la presa.

Además, los primeros bocetos, que pueden verse en la muestra, tuvieron que ser cambiados por la imposibilidad física de que la escultura se mantuviera en pie. En un principio, la parte baja de la obra iba a tener su propio relieve insertado a la estructura principal, cosa que finalmente no se pudo hacer y que tan solo podemos imaginar viendo las maquetas que creó. Por ello, respetando el estilo que había imprimido desde el principio, Basterretxea rectificó hasta que, finalmente, se le dio el aspecto que hoy en día se puede disfrutar en Arriaran.

Una muestra de la humildad de Basterretxea es que, junto a la escultura, también diseñó la barandilla y la caseta de máquinas. A pesar de que en los años 90 del siglo pasado el artista ya estaba claramente consagrado, decidió crear también esos bocetos para echar una mano, que se pueden ver en la exposición y también en la propia presa, ya que finalmente se llevaron a cabo.

Otras esculturas

Junto a Urbidea se muestran también maquetas de otras tres esculturas en las que Basterretxea utilizó el cemento. Homenaje a Benito Barrueta, colocada en su pueblo, Bermeo, en 1973, combina este material con la madera, y podemos ver el mismo lenguaje expresivo que en la presa de Arriaran. 

Vizcaya, una ola de hierro, por su parte, se ubica en una rotonda de Leioa, y Basterretxea usó el cemento para simbolizar y homenajear la importancia de la industrialización en ese territorio histórico. El material sirve para formar una ola y, en un primer momento, se pensó en que la escultura fuera rodeada por agua aunque finalmente esa idea no se realizó.

Por último, también se puede ver la maqueta de Doctor Navarro. Homenaje a Martín de Azpilicueta que se encuentra en el campus de Arrosadia de la Universidad Pública de Navarra. En ella el cemento rodea al acero. La obra cuenta con varios huecos, por los cuales se puede ver el paisaje que hay alrededor, lo que hace que la escultura se integre mejor en él.

La exposición se puede visitar de manera gratuita en el museo donostiarra los martes de 10.00 a 14.00 y los sábados de 11.00 a 14.00. Además, dentro del programa Sábados en el Museum, la comisaria Miren Vadillo ofrecerá el 14 de junio una visita comentada a la muestra.