La directora bilbaína Arantxa Echevarría ha vuelto a Donostia para rodar 'Cada día nace un listo', una comedia negra que le viene bien para respirar "un poco de buen rollo" después de una película "tan intensa" como 'La infiltrada', que le dio su segundo Goya, esta vez a la mejor película tras el de mejor dirección novel por 'Carmen y Lola'.
Echeverría se encontraba esta mañana en Anoeta, casa de la Real Sociedad, a la espera de que aterrizara un helicóptero en el centro del estadio para filmar una de las escenas de su nuevo trabajo, que nada tiene que ver con "la comedia familiar".
"No es una comedia blanca de poder ir con los niños pequeños al cine, es un poquito más macarra. A mí me gusta mucho cambiar de género, creo que la comedia es el más difícil de todos, con mucho, y para mí es un reto siempre", ha explicado la realizadora sobre este proyecto, para el que ha contado con un reparto encabezado por Hugo Silva, Susi Sánchez, Dafne Fernández y Jaime Olías.
Echevarría se ha colocado esta vez tras la cámara para abordar la historia de un famoso venido a menos al que el hijo de un empresario propone robar un valiosísimo cuadro de la casa familiar. Para llevar a cabo el golpe, Toni, al que un 'talent show' lanzó a la fama, busca dos aliados: la Mari y el Gallego, con los que forma un equipo en el que cada uno persigue sus propios intereses.
Meter el dedo en la llaga
Una sátira como esta le ofrece "muchas más posibilidades de meter el dedo en la en la llaga y en la herida" sin que nadie te diga nada.
"No tenemos límite ni censura en esta comedia, podemos jugar un poco más a lo bruto y a reírnos un poco más de los grandes poderosos y de estos míseros que intentan ser poderosos y nunca llegan", explica sobre esta producción de LaZona y Atresmedia.
No cree que esa picaresca de los personajes de la película forme parte del ADN español, sino que es "una genética consustancial a cualquier ser humano que quiere medrar en la vida". "Trabajando no tienes tiempo para hacerte rico es una de las frases que me parecen importantísimas del guion. Y esto pasa en España o en la India", señala.
"Si alguien te ofreciera un millón de euros por ponerte a correr por aquí en pelotas, yo creo que lo haríamos todos. Y no es picaresca española, es algo emocional del ser humano, no de la búsqueda de del dinero fácil, sino de que no nos cueste una vida terminar de pagar la hipoteca y dejarle quizá la deuda a los hijos", añade.
"Una sátira como esta le ofrece "muchas más posibilidades de meter el dedo en la en la llaga y en la herida" sin que nadie te diga nada"
Echevarría asegura que el Goya a 'La infiltrada', que compartió con 'El 47', le hizo "muchísima ilusión", como para decir "ya me puedo morir tranquila", aunque para ella hay una "diferencia gordísima" con el que obtuvo con su ópera prima, porque con 'Carmen y Lola' hubo "un antes y un después".
"Productores que nunca se habían fijado en mí, que no sabían que existía, me miraron para preguntarme si quería hacer una película", destaca.
La cineasta bilbaína terminará la filmación de 'Cada día nace un listo', que incluye también localizaciones de Biarritz y localidades de Gipuzkoa, a mediados de abril.
Respeto a la selección del Zinemaldia
Dice que en Donostia, donde se desarrolla también la mayor parte de 'La infiltrada', es un placer rodar. "Es una ciudad superamable, es una gozada rodar aquí, tiene mar, montaña...".
"Para una película en la que hablamos de los poderosos, aquí hay poderío, mucho poderío. Hemos rodado en Miraconcha en una casa que vale más que yo y toda mi familia junta. Cosas de estas no las encuentras en todas partes", afirma.
"Trabajando no tienes tiempo para hacerte rico es una de las frases que me parecen importantísimas del guion. Y esto pasa en España o en la India"
Donostia es también sede del Festival de Cine más importante del Estado, en cuya última edición hay críticos que opinan que podría haberse estrenado su historia sobre la agente de policía infiltrada en ETA que le dio un Goya a Carolina Yuste como mejor actriz.
"Tengo una sensación agridulce porque todos queremos estar en uno de los mejores festivales del mundo como es el Zinemaldia. Te da pena, te da mucha rabia, pero quizá pensaron que no era una película para un festival. Y las decisiones que tome la dirección artística yo las tengo que respetar, por supuesto", remarca.