Helena Taberna, premio honorífico del Festival de Cine y Derechos Humanos
El premio se le entregará en la gala de clausura, el 11 de abril, después de proyectar su documental 'Varados'.
La cineasta navarra Helena Taberna recibirá el premio honorífico que cada año otorga el Festival de Cine y Derechos Humanos, durante la edición que se iniciará el próximo día 4 de abril. La ceremonia, que tendrá lugar el 11 de abril, antes de la jornada de clausura, se completará con la proyección de Varados, una mirada a la cotidianeidad de la vida de los migrantes que Taberna firmó en 2019. La cineasta, que recientemente ha estrenado Nosotros, una ficción que adapta Feliz Final de Isaac Rosa, siempre ha desarrollado un cine comprometido con los derechos humanos. Así lo ha recordado este jueves el director del festival, Josemi Beltrán, en la rueda de prensa para anunciar la programación que acompañará a la 22 edición de este encuentro cinematográfico, que se presenta como "más necesario que nunca", habida cuenta de los distintos conflictos que asolan a la humanidad. "Está fuera de toda duda su trabajo comprometido, feminista y con esa mirada social con ficciones como Yoyes (2000)o La buena nueva (2008), muy conectadas con la historia, o documentales como Extranjeras (2003) o Nagore (2010)", ha afirmado Beltrán.
Helena Taberna se inició como realizadora de cortometrajes, tanto de ficción como documentales, a principios de los 90. Así, dirigió 87 cartas de amor (1992), Alsasua 1936 (1994) o Nerabe (1996). Su primer largo fue Yoyes, en la que Ana Torrent dio vida a la que fuera militante de ETA, ejecutada por el mismo grupo terrorista en 1986 cuando retornó a Euskal Herria desde México, tras haber renunciado a la vía armada. Tres años después de Yoyes, Taberna filmó Extranjeras, en uno de sus varios acercamientos la cuestión de la migración, mientras que en 2008 volvió a la ficción con La buena nueva, una película sobre la memoria histórica y la guerra civil. En Nagore (2010), la realizadora reflexionó sobre la violencia de género a través del brutal asesinato de Nagore Laffage. En Acantilado (2016), por su parte, adaptó la novela El contenido del silencio, de Lucía Etxebarria.
Cine vasco y de derechos humanos
El 22º Festival de Cine y Derechos Humanos ha programado 48 películas (25 largometrajes y 23 cortometrajes) de 25 nacionalidades. Las proyecciones se completarán, como es habitual, con coloquios a cargo de protagonistas, cineastas y personalidades expertas en las temáticas tratadas.
Hace unas semanas ya se adelantó que la cinta vascaLa isla de los faisanes (2025), de Asier Urbieta y protagonizada por Jone Laspiur. Se trata de un thriller sobre la migración situado en la muga y que participó en el último Festival de Málaga.
No será esta la única propuesta vasca. La realizadora vizcaina Lara Izagirre, responsable de ficciones como Nora (2020) o Un otoño sin Berlín (2015), presentará Empoderío, un documental “alegre” sobre mujeres gitanas que asisten al centro cívico de Otxarkoaga.
Por su parte, Paula Iglesias y Marta Gómez presentarán Flying hands, una no ficción sobre las mujeres sordas de Pakistán.
En cuanto a las producciones vascas, Beltrán ha añadido que, por primera vez, y gracias al apoyo de EiTB Cine y Derechos Humanos contará con una sección y con un premio dedicado a los cortometrajes vascos, en el que participarán ocho piezas –uno de ellos fuera de concurso–, de las que cinco han sido firmadas por mujeres cineastas.
“Miradas diversas”
Además del cine vasco, el director ha prometido para la Sección Oficial “miradas muy diversas”, por ejemplo, a Estados Unidos. Following Harry (2024), de Susanne Rostock, por ejemplo, “hablará de la lucha por los derechos civiles del más que músico Harry Bellafonte”, mientras que Patrice: the movie (2024), de Ted Passon, sobre una pareja que “robará el corazón” del público. “Estas películas entrarían en esa cuota más optimista o vitalista que, a veces, es difícil encontrar en el cine social o de derechos humanos”, ha comentado Beltrán.
También relacionado con Estados Unidos, aunque fuera de la Sección Oficial, el ciclo Cine y Memoria de Tabakalera acogerá dos proyecciones: Ernest Cole: Lost and found (2024), de Raoul Peck; y Henry Fonda for president (2024), de Alexander Horwath –el tercero será Riefensthal, sobre la relación de la cineasta alemana con el régimen nazi–. Por otra parte, la exposición Sueño californiano de Arantxi Padilla, en la casa de cultura de Aiete, ayudará a profundizar sobre la realidad de los sintecho en el país donde, según se dice, se cumplen todos los sueños.
De vuelta en la sección principal del festival, también se proyectarán otras miradas a la historia como la película Waves (2024) sobre la Primavera de Praga o The new year that never came, que aborda el desmoronamiento del régimen de Ceausescu en Rumanía.
Home Game (2023), que contará con la presencia en Donostia de su directora, Lidija Zelovic, hablará de la Guerra de los Balcanes y el odio de algunos neerlandeses al migrante.
Asimismo, el Festival “abrirá una ventana” a la realidad de la Argentina de Javier Milei con Éramos tan flacos, de Carlos Castro. La sesión se desarrollará, además, gracias a la colaboración con un festival “hermano” al de Donostia, el de Cine de Derechos Humanos de Buenos Aires.
“Hay realidades y personas invisibles”, ha continuado Beltrán, que el cine “consigue poner en primer término”. Siguiendo con el cine latinoamericano, han seleccionado Alma del desierto (2024), sobre la problemática de la transexualidad en las comunidades indígenas de Colombia. Patrullaje (2023), por su parte, dará el salto a Nicaragüa para retratar la lucha contra deforestación de los indígenas. Con Tratado de invisibilidad (2024) se abordará la cuestión de la precariedad laboral de los sectores dedicados a la limpieza en México. De algo parecido habla la francesa La historia de Souleymane, sobre las difíciles condiciones laborales de los riders de París.
Otros dos obras de “carácter singular” completan la programación. Por un lado, el documental The legend of the vagabond queen of Lagos (2024), desarrollado por un colectivo de artistas y lanzado desde la propia Nigeria, que se mueve a caballo entre el activismo y el cine de acción comercial: “Es una película muy original y muy inusual”. La otra obra significativa será la película de clausura, una ficción estadounidense llamada Good One, de la que Beltrán ha preferido no desvelar nada, para que el espectador se asombre en la proyección.
Más actividades
Si bien las proyecciones de la Sección Oficial comenzarán el 4 de abril, desde este viernes se han programado una serie de actividades complementarias. De hecho, hoy se inaugurará una de las tres exposiciones, concretamente, la que acogerá la casa de cultura de Okendo y que se titula Más allá de Mauthausen. Francesc Boix fotógrafo.
El lunes, por su parte, la sala club del Victoria Eugenia acogerá la mesa redonda Gaza bajo los escombros, que coorganizan Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras y el Centre Delàs d’Estudis per la Pau. A su vez, dentro del Ciclo de Cine y Victimología, el Teatro Principal exhibirá el 1 y 2 de abril, respectivamente, Las chicas de la estación y Nacido en Gaza. Ese mismo 2 de abril, el Victoria Eugenia será el escenario donde el ganador de un Goya Telmo Irureta presente Interview: Urez eta hondarrez.