El Concurso Internacional de Ópera y Zarzuela, un certamen de este tipo “único en Euskadi”, reunirá entre el 9 y el 13 de julio a 52 cantantes venidos de todo el mundo. El encuentro, organizado por Opus Lírica y su responsable, la soprano Ainhoa Garmendia, celebrará su final, por primera vez, en el teatro Victoria Eugenia, en una sesión para la que ya están las entradas a la venta al precio de 25 euros y que tendrá lugar el día 13 del citado mes. 

Hasta la fecha, tanto las eliminatorias como la prueba final se solían desarrollar en la iglesia de Zorroaga. No obstante, en esta ocasión, este recinto sólo acogerá la primera fase eliminatoria, que se desarrollará entre el 9 y el 10 de julio, así como la semifinal, que se decidirá los dos días siguientes. Un máximo de 20 finalistas, en cambio, se subirán a las tablas del Victoria Eugenia, un cambio del que Garmendia se muestra muy contenta. 

La soprano charla con este medio por teléfono desde Leipzig (Alemania), donde reside y donde ha puesto en marcha una Opera Studio. De hecho, según cuenta, es algo muy habitual en las grandes ciudades alemanas y algo que, por el contrario, faltaba en esta localidad. Además, ha impulsado la creación de Codina Artista, una agencia que ayuda a los cantantes de ópera a desenvolverse mejor en este sector.

Los jurados y las fases

Los 52 cantantes internacionales de ópera responden a 16 nacionalidades diferentes, entre las que destaca la procedencia asiática, concretamente, la china. La soprano explica que cada vez son más los intérpretes de procedencia china que viajan a Europa para formarse. 

Ella será una de las participantes en el jurado de las fases eliminatorias, junto a la también soprano y profesora de canto Ana Nebot y el pianista correpetidor y director musical Rodrigo de Vera. Para la prueba final, la intérprete ha conseguido representantes de “teatros muy importantes”, que evaluarán el trabajo de los finalistas y que ofrecerán a los ganadores un contrato para producciones que vayan a desarrollar en sus auditorios. Así, el jurado de la final estará compuesto por Rebekah Rota, intendente de la Ópera de Wuppertal, en Alemania; Bjön Peter, director artístico de la Ópera de Semper, en Dresde; Damià Carbonell, director artístico de la Ópera Nacional Holandesa, situada en Ámsterdam; y Christopher Carroll, director de una agencia de talentos con base en Londres. “Tengo la sensación de que cada año tenemos jurados de un mayor nivel, que aceptan participar en el proyecto por el boca a boca de quienes ya han participado”, cuenta Garmendia.

Las pruebas y los premios

Antes del inicio de las pruebas, cada uno de los participantes ha presentado un conjunto de cuatro arias –o tres arias y una romanza–: la primera que hayan elegido será con la que participen en las eliminatorias, la segunda será la que cantarán en la semifinal y de las dos restantes, serán los evaluadores quienes seleccionen las piezas que desean escuchar. Asimismo, aprovechando los recursos del teatro, incentivarán que los finalistas “actúen” y se muevan en el escenario para no tener una competición “tan estática”.

Cada uno de los cuatro miembros del tribunal vendrá a Donostia con una propuesta de contrato con el que premiará a los vencedores. “De hecho, hay dos jóvenes que vendrán a cantar próximamente a Alemania tras haber participado en el concurso del año anterior. Es una gran oportunidad”, añade.

Ella misma, aunque no pertenezca al jurado final, se ha reservado un premio extra, en forma de beca, para algún candidato que le resulte interesante y para que este pueda participar en la Opera Studio de Leipzig.