La Asociación Lírica Sasibill, que desde hace un cuarto de siglo se dedica al fomento y a la difusión de la zarzuela en Donostia, se encuentra en plena celebración por sus bodas de plata. Los festejos comenzarán la semana que viene con la primera de las tres obras que llevarán este año a las tablas del Victoria Eugenia. Los programas de Sasibill, como recordó ayer el concejal de Cultura, Jon Insausti, son sinónimo de éxito: cada vez que organizan una zarzuela, el teatro se llena. Algo que seguro que vuelve a ocurrir el próximo 1 y 2 de junio, cuando interpreten La tabernera del puerto, una de las piezas más notorias que compuso el donostiarra Pablo Sorozábal para este género. Es una pieza muy especial: fue con la que Sasibill debutó en 1999 en este mismo auditorio y una de las que más veces ha llevado a escena, hasta en 35 ocasiones.

La tabernera del puerto, que contará con Helena Gallardo (Marola), Klara Mendizabal (Abel), Haizea Muñoz (Antigua) y David Baños (Leandro) en los roles principales, fue la primera “gran zarzuela”, de tres actos, que compuso Sorozábal y una de sus “más populares”. De hecho, Gallardo, y otro de los intérpretes, Carlos London (Simpson), debutaron en estos roles hace un cuarto de siglo, en su época formativa, en aquella primera representación de Sasibill.

Cantabreda, un puerto lleno de cocaína

Sorozábal ambientó la trama en el puerto de una ciudad costera ficticia llamada Cantabreda, donde ubicó un conflicto amoroso protagonizado por un trío de personajes, unas escenas algo dramáticas con un trasfondo de venta de cocaína y otras sustancias y un alivio cómico encarnado en los papeles de los borrachines del pueblo, Antigua y Chinchorro (Ekaitz González de Urretxu).

Eso sí, Sorozábal no fue el primer compositor al que recurrieron los libretistas Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw. Estos acudieron al vitoriano Jesús Guridi que, debido a otros compromisos, tuvo que declinar la invitación al proyecto. 

Una vez en manos del donostiarra, compuso una partitura que, en seguida, se convirtió en “emblemática”. Su segundo cuadro, opinó el director de escena, Josean García, es uno de los más excelsos que se han escrito con “cuatro de las mejores romanzas de la historia de la zarzuela”: En un país de fábula; Chibiri, Chibiri; No puede ser, habitual en los repertorios de “los mejores tenores del mundo”, y Despierta negro.

El argumento sigue a Marola, la dueña de la taberna del puerto. Se desconoce su origen, sólo se sabe que fue financiada por el bandido Juan de Eguía (Antonio Torres). En este contexto, el marinero Leandro queda enamorado de la protagonista pero no será el único. El tercer vértice de este triángulo lo compone Abel, un acordeonista e indigente de catorce años, un papel que Sorozábal escribió para su mujer, la cantante cómica Teresa Gómez. “La obra demuestra cómo se pueden hacer verdaderas barbaridades por amor” , explicó el director de escena.

En relación al personaje de Abel, Mendizábal contó que sobre sus hombros reposa gran parte de la carga dramática de la pieza. Es un “niño” que descubre lo que es “ese primer amor” y que, al mismo tiempo, sabe muy bien lo que es “odiar”. “Diría que el mío es el personaje más tierno de toda la obra”, afirmó esta actriz y soprano, para después recordar que el de Abel también fue el rol con el que debutó en una zarzuela, precisamente, de mano de Sasibill.

Malos tratos

La tabernera del puerto es una zarzuela “dura”. No en vano, la cuestión de los “malos tratos” subyace en el texto original. 

La actriz y soprano Haizea Muñoz llegó a reconocer que interpretando el papel Antigua, la sardinera y borrachina del pueblo que provoca a Marola desde la comedia, le toca hacer suyos determinadas diálogos que le resultan “costosos”. “El texto es potente –originalmente se estrenó en 1936, pocos meses antes del golpe de estado– y tengo que decir alguna frase en relación al maltrato no es fácil decirla, aunque intentaré hacerlo lo mejor posible”, dijo con una risa incómoda.

Más festejos

Los festejos de Sasibill por su 25º aniversario continuarán con dos zarzuelas más. El 14 y 15 de septiembre, también en el Victoria Eugenia, representarán La revoltosa. Para terminar el año, la asociación volverá a llevar a escena El caserío, obra fundamental en la historia de la agrupación desde el mismo nombre. Y es que el título con el que Guridi bautizó su caserío es ese, Sasibill