La EGO (Euskal Herriko Gazte Orkestra) regresa un año más con su cita navideña y ofrecerá cuatro conciertos en los próximos días bajo la batuta de Unai Urrecho, exmiembro de la orquesta, y un programa compuesto por dos obras de Rossini y Brahms que se podrán escuchar en Tolosa, Donostia, Gasteiz y Bilbao.
"Regresar a la EGO es muy especial. Volver a casa, conocer a los jóvenes y contarles mi experiencia es muy bonito", ha reconocido este jueves el director arrasatearra en la presentación del encuentro navideño de la formación de este curso, acompañado por el consejero de Cultura del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, y el coordinador general de la EGO, Germán Ormazabal.
Como es tradición, los jóvenes músicos de la orquesta tendrán la oportunidad de "vivir una experiencia nueva" como es la de vivir en primera persona lo que supone actuar en una formación como esta. "Será, además, con un elemento especial al ser dirigidos por un exalumno que regresa de Corea para la ocasión", ha apuntado Zupiria sobre Urecho, integrante de la primera generación de la OSE en 1997 y que tras trabajar en EEUU, Brasil y Polonia dirige varias orquestas en el país asiático.
"Formar parte de la EGO fue una oportunidad muy bonita. Fue un compromiso y una ayuda que nos permitió conocer a gente y a profesores increíbles", ha rememorado el director invitado, quien ha encontrado una hornada de músicos mucho más formada que la de su generación. "Los jóvenes de hoy en día tienen más talento y una manera de relacionarse diferente. Lo más bonito de la música es que une a la gente", ha agregado.
El propio Urrecho ha sido el encargado de seleccionar el programa, compuesto por la obertura La gazza ladra, de compositor italiano Giachino Rossini, y la Sinfonía nº 4, del alemán Johannes Brahms. Sobre la primera, una obra que ha servido como banda sonora en múltiples películas como La naranja mecánica o Érase una vez en América, el director ha señalado que es una composición "que no necesita de un director", lo que permite a los músicos "que se escuchen entre ellos".
Sobre la pieza de Brahms, por su parte, una creación que compuso en su madurez y que junto a Un réquiem alemán es la obra más representativa del compositor, ha justificado su elección al querer dejar patente el carácter humanista del músico germano. "Es una pieza en contacto con la naturaleza, lo que les permite a los miembros de la orquesta a experimentar cómo es plantar una flor y que vaya creciendo", ha señalado.
Un año "especial"
La sede de Musikene acoge una vez más los ensayos y la preparación del programa, cuya primera parada será este sábado en el Teatro Leidor de Tolosa. Con el nuevo año, la EGO regresará a Donostia (el próximo martes en el Teatro Victoria Eugenia), y se trasladará a Gasteiz (el miércoles en el Teatro Principal) y Bilbao (el jueves en el Palacio Euskalduna).
Se trata del último acto de la orquesta de un curso 2023 que su coordinador general ha calificado como "especial" al haberles permitido participar por primera vez en el Jazzaldia. "No es una orquesta permanente, por lo que muchos de estos músicos seguramente nunca más vayan a tocar un repertorio como este", ha indiaco Ormazabal sobre el concierto que ofreció la EGO en julio acompañando al veterano pianista Kenny Barron.
El año se cierra, además, tras el final de los festejos por los 25 años de la formación y el primer intercambio con otra joven orquesta, fue en 2022 con la de Canarias, en su historia. "Es una felicidad ver que los objetivos de la EGO se van cumpliendo", ha finalizado Ormazabal.