El realismo mágico y el sincretismo son los ejes principales sobre los que pivota la nueva exposición temporal del Museo Diocesano de Donostia, ubicado en la basílica de Santa María, que permanecerá abierta hasta el próximo 3 de septiembre. El director de D’Museoa y crítico de arte de NOTICIAS DE GIPUZKOA, Edorta Kortadi, y uno de los dos fotógrafos que firman las instantáneas, Teo Allain Chambi, han presentado este martes ante los medios la muestra que lleva como título Rituales y misticismo religioso en los Andes peruanos. El citado Allain Chambi y su hijo, Andrés Fernando Allain Zamalloa, son los responsables de capturar las cuatro “peregrinaciones” religiosas que se celebran en el entorno de Cusco (Perú): el Lunes Santo de Cusco, el Qoullur Riti en la cordillera de los Andes, la fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo y el Corpus Christie.

Estos fotógrafos, que han combinado el revelado digital con el analógico y el blanco y el negro con el potente contraste de colores alegres y festivos, pertenecen a una reconocida estirpe de artistas. No en vano, su antepasado materno –abuelo de Teo y bisabuelo de Andrés Fernando– fue Martín Chambi, pionero retratista de la sociedad indígena de Perú durante gran parte del siglo XX, un creador que llegó a exponer en el MoMa de Nueva York y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. De hecho, Photoespaña inaugurará a principios del mes que viene una instalación dedicada a este y otros fotógrafos de los Andes con los que coincidió.

La familia, además, tiene una gran conexión con Donostia. El padre de Teo recibió en 1949 –año del nacimiento de este hijo–, una beca de pintura para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, oportunidad que aprovechó para conocer Europa y, en concreto, Donostia, que plasmó con sus pinceles. Aún más, la hija de Teo y hermana de Andrés Fernando trabaja y reside actualmente en la capital guipuzcoana, lo que hace de la exposición del diocesano y de la nueva visita una oportunidad redonda para el clan de los Chambi.

Teo Allain Chambi posa junto a sus fotografías. Arnaitz Rubio

Al igual que la manera de hacer de Martín Chambi, ha explicado Kortadi, sus descendientes también toman fotografías en el siempre “potente” blanco y negro, pero “aportan” el color. “Tenemos que sojuzgarnos al color”, ríe el fotógrafo, para después explicar que, pese a haber sido formados en el blanco y negro y en las técnicas tradicionales, el color les permite manifestar una serie de situaciones cromáticas vivas.

Rituales y misticismo religioso en los Andes peruanos se enmarca dentro del “realismo documental”, marca de la casa, que se llega a fusionar con un “realismo mágico” del encuentro entre dos culturas, dando como resultado imágenes sincretistas fruto del encuentro entre el cristianismo y la cultura europea del siglo XVI y los rituales de los incas cusqueños, en la tradición del alemán Franz Roh.

Un total de 51 fotos conforman esta instalación, algunas de gran poder, subraya Allain Chambi, como la serie en la que se captura a los 50.000 feligreses indígenas que suben durante nueve kilómetros hasta alcanzar la cota de los 5.000 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de los Andes para rezar a un cristo y, al mismo tiempo, al agua.

De la misma manera, con vivos colores captan procesiones como la del Taytacha de los Temblores, que aplaca los movimientos sísmicos coincidiendo con el Lunes Santo. 

Pero no todo es fotografía accidental. Allain Chambi captura posados de estudio de los festejos de la Virgen del Carmen –lleva 30 años acudiendo a esta y otras fiestas– en el que los personajes rituales calzan vistosas máscaras ceremoniales. “Me encanta divulgar y documentar estas manifestaciones religiosas de mi pueblo”, concluye.