A menos de dos semanas de su doble cita en el Kursaal donostiarra, parece que al bardo de Minnessota se le resiste algo la taquilla del auditorio, con un aforo de 1.800 personas. Bob Dylan inició el miércoles en Madrid su gira por el Estado, titulada Rough and Rowdy Ways –se encuentra inmerso en un tour mundial desde 2021–, y que llegará a Donostia el 19 y el 20 de este mes de mano de la promotora GetIn. Para ambas citas quedan aún más de 550 localidades disponibles. Es decir, todavía quedan por vender el 15% de las entradas. La mayoría de sitios libres, en ambas sesiones, se encuentran en ambos laterales de la Zona A. Se trata de las butacas más cercanas al escenario y, en consecuencia, las más caras.

Las entradas para los shows que Bob Dylan ofrecerá en la capital guipuzcoana se presentaban en una horquilla entre 65 y 205 euros. Por supuesto, las más baratas volaron en seguida, mientras que aún quedan un buen puñado de entradas a 100 –Zona C–, 155 –Zona B– y 205 euros –Zona A–.

En el caso de la sesión del lunes 19, en torno a 250 localidades se encuentran sin asignar, de las cuales la gran mayoría –más de 200– se encontrarían entre las más caras. Asimismo, quedan una veintena de localidades tanto en la Zona B como en la Z.

En cuanto al recital que ofrecerá al día siguiente, aún quedan más entradas sin vender: más de 300. En una distribución similar a la jornada previa, la mayoría de butacas disponibles –en torno a 250– pertenecen a la Zona A, mientras que todavía hay disponibles unas 40 entradas a 155 euros y otra veintena a 100 euros. De todos estos datos parece evidente inferir que existe una resistencia debido a la carestía de los conciertos.

Bob Dylan no mira atrás

A la edad de 82 años, el Premio Nobel de Literatura parece poco dispuesto a bajarse del escenario. Su primer espectáculo en el Estado lo ofreció el miércoles –el segundo, ayer en el mismo espacio– dentro de la iniciativa Las Noches del Botánico de Madrid, que se programa en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, y en el que reunió a 2.200 personas.

Este mismo año Bob Dylan ha publicado un nuevo disco, Shadow Kingdom, un álbum en el que revisita y versiona quince canciones de su repertorio como Queen Jane Approximately o Forever Young. De este disco, es más que previsible que interprete Watching the River Flow, una versión remozada del tema del mismo nombre de 1971, aunque si por algo se caracteriza esta gira es porque Dylan evita caer en la nostalgia. Por lo tanto, quien tenga tentación de verlo y escucharlo, que no espere un setlist basado en hits como Like a rolling stone, Mr. Tambourine Man o Blowing in the wind. La experiencia del Botánico refrenda la apuesta de Dylan por un setlist cerrado que interpreta de ciudad en ciudad y que se basa en una propuesta de diecisiete canciones, la mayoría procedentes de su disco Rough and Rowdy Ways, su último álbum de composiciones propias de corte bluesero que publicó en 2020.