Está considerada una de las localidades más bonitas de Euskadi y es, sin duda, la villa monumental por excelencia de Gipuzkoa con un casco histórico que hace las delicias de cualquier amante de la arquitectu ra con sus palacios, iglesias y edificios notables de un incalculable valor arquitectónico.

Ubicada en la comarca de Debagoiena, bajo el paraguas del parque natural de Aizkorri-Aratz, Oñati, el municipio de mayor extensión de Gipuzkoa cuenta con auténticos tesoros arquitectónicos. El mayor exponente de ello es, sin duda, la Universidad Sancti Spiritus, que hoy alberga la sede del Archivo de Protocolos de Gipuzkoa, del Instituto Vasco de la Administración Pública y del Instituto Internacional de Sociología Jurídica y que está considerada como una de las joyas de la arquitectura civil del Renacimiento vasco. Fue mandada a construir en el siglo XVI por el obispo Rodrigo Mercado de Zuazola, en la que lo primero que destaca es su fachada elegante y señorial, de estilo plateresco. Destaca también el artesonado mudéjar, muy poco habitual en Euskadi, que fue fabricado en Ávila en madera de roble por Gijaba; el claustro típico renacentista, de dos pisos, con sus arcos de medio punto y sus 32 medallones; o el retablo plateresco de la capilla, obra del escultor francés Pierres Picart.

Es digna de visitar, también la iglesia parroquial de San Miguel, un templo que aunque comenzó a construirse en el siglo V en el estilo gótico preponderante entonces, tiene también numerosos elementos barrocos y neoclásicos. En el exterior destaca su entrada principal barroca, aunque completada por una torre neoclásica, ambas construidas en el siglo XVIII. En el interior, el claustro, construido sobre el río Ubao, es de estilo gótico flamígero; el altar mayor, dedicado a San Miguel Arcángel, se construyó por Juan Bautista de Suso según los preceptos churriguerescos; bajo él, la cripta, del siglo XVII, alberga el sepulcro de alabastro de Señor Pero Vélez de Guevara, de estilo gótico. Finalmente, la capilla de La Piedad, está considerada artísticamente como el conjunto funerario más rico de Euskadi. Aquí descansa Rodrigo Mercado de Zuazola.

Otra parada obligada es el monasterio de Bidaurreta, un edifico gótico-renacentista, construido entre 1510 y 1520, que se caracteriza por su sobriedad.

Pero además, el casco histórico de Oñati está salpicado por un buen número de palacios, casas señoriales. La casa-torre Zumeltzegi es un buen ejemplo de ello. Se trata de un edificio gótico construido entre los siglos XIII y XIV que aún conserva el escudo familiar de los condes de Guevara. La Torre-Palacio de Lazárraga, el Palacio Madinabeitia y el Palacio Antia (ambos de estilo barroco), el Palacio Baruena (estilo neoclásico) o la plaza de Los Fueros, presidida por el Ayuntamiento de estilo rococó, son también merecedoras de una visita.

La vanguardia: Arantzazu

Pero además de su magnífico casco histórico, la visita a Oñati bien merece desplazarse hasta el santuario de Arantzazu, a 9 kilómetros de distancia. Construida en 1951, es obra de los arquitectos Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga, si bien destaca la huella imprimida por Jorge Oteiza en la escultura de los catorce apóstoles de la fachada, las dos puertas de hierro de Eduardo Chillida y las pinturas de Néstor Basterretxea y Lucio Muñoz.

Para los amantes de la naturaleza, desde Arantzazu parten numerosos senderos hacia las campas de Urbia y, desde ahí, se accede al cresterío del Aizkorri.

En corto

  • Universidad Sancti Spiritus: Mandada a construir en el siglo XVI por el obispo Rodrigo Mercado de Zuazola, está considerada como una de las joyas de la arquitectura renacentista civil de Euskadi.
  • Iglesia de San Miguel: Del siglo XV, es un edificio que mezcla los estilos góticos, barrocos y neoclásicos. Alberga la capilla de la Piedad, el conjunto funerario más rico de Euskadi artísticamente hablando.
  • Casco histórico: Sus palacios y casas señoriales la convierten en la villa monumental por excelencia. Destacan, entre otros, la casa-torre Zumeltzegi, la torre-palacio de Lazarraga o los palacios Medinabeitia, Antia y Baruena.
  • Arantzazu: Situado a 9 kilómetros del casco urbano, es uno de los más importantes exponentes de la arquitectura vanguardista en Euskadi.