Las cuatro fiestas tradicionales más importantes de Iparralde tienen cabida en el Museo San Telmo de Donostia hasta el próximo 23 de abril gracias a la exposición Dantzaz ele. Trajes de baile. Con más de un centenar de maniquíes repartidos por el claustro y la iglesia del museo, la muestra reúne el vestuario de unas festividades “que siguen muy vivas” como son el Besta Berri, los kaskarot, las kabalkadas y las mascaradas.

Desde hace más de dos siglos, estas cuatro jornadas de celebración se han desarrollado en Iparralde sin interrupción. No obstante, el coronavirus lo cambió todo y, por primera vez en este tiempo, “bailar estuvo prohibido”. “Para mantenerlo vivo pensamos mostrar el cortejo entero y verlo, así, de otra manera”, han explicado este martes Claude Iruretagoyena y Jon Olazcuaga, de Maritzuli konpainia, desde donde reunieron los trajes en una exposición que pudo verse en el verano de hace dos años en Baiona. 

Ahora, esta misma muestra viaja a Donostia con el objetivo de seguir dando a conocer “la tradición y la historia de Euskal Herria”, según palabras de la directora del museo, Susana Soto, que confía en que las vacaciones de Semana Santa conviertan a la exposición en todo un éxito de asistencia.

Entre las cuatro festividades representadas destaca la de los kaskarot de Ustaritz, “un carnaval muy particular con personajes muy especiales”, que se celebra con la llegada de la primavera. Por este motivo, el séquito al completo viste de blanco y va ornamentado con flores, joyas y campanas. Sobre este último punto, los integrantes de la compañía explicaron que la exposición les ha servido para investigar cómo los trajes han ido evolucionando. “Mirando fotografías antiguas hemos visto que en el pantalón podían llevar hasta 280 cascabeles, mientras que ahora son solo 20”, han señalado sobre unos trajes que se siguen utilizando.

El claustro del museo ha sido el lugar escogido para el cortijo de la Besta berri, como se denomina en euskera al Corpus Christi. Se trata de una celebración que se lleva a cabo entre los ritos de mayo y de San Juan y que tiene especial relevancia en Baiona, donde se distingue de los bailes del interior de Iparralde con una danza más sobria y contenida. En la actualidad, esta danza ha quedado prácticamente relegada a Lapurdi.

Las kabalkadas y las mascaradas, por su parte, son más populares. Las primeras surgieron como espectáculos carnavalescos en los que el pueblo juzgaba a vecinos que eran inculpados por algún motivo. Durante horas o incluso días, las galarrotsak, normalmente los jóvenes del municipio realizaban acciones en su contra hasta que la familia pagaba un rescate en forma de dinero o comida. Estas manifestaciones, no obstante, se fueron debilitando hasta mantenerlas únicamente con bailarines.

Las mascaradas, en cambio, han ido evolucionando hacia un espectáculo de danza de mayor técnica. El cortejo actual mantiene a todos los personajes del desfile original, aunque las danzas han ido sufriendo varias modificaciones.

Talleres y publicación

El concejal de Cultura, Jon Insausti, ha destacado el “carácter transfronterizo” de la exposición, que responde a la idiosincrasia del museo por “dar cabida a la cultura de toda Euskal Herria” y “conocer su vida en otros tiempos”.

La muestra se completa con varios talleres familiares que se llevarán a cabo principalmente en Semana Santa y la publicación de dos libros –uno en castellano e inglés y el otro en euskera y francés– sobre las cuatro festividades expuestas.