La obra "Murnau Mit Kirche II" de Wassily Kandinsky, que perteneció a una alemana judía asesinada por los nazis, alcanzó un precio récord en una subasta en Londres, al venderse por 37,2 millones de libras (41,8 millones de euros), según ha informado la casa de pujas Sotheby's.

Se trata de un récord para una obra del pintor ruso ya que no es habitual que sus obras salgan al mercado, según precisa un comunicado de la casa sobre la subasta de anoche en Londres.

Pintada en 1910, durante un momento de transformación para el artista, "Murnau mit Kirche II" resume el comienzo del lenguaje abstracto revolucionario que sustentaría el resto de la carrera de Kandinsky y pondría a la próxima generación de artistas en un nuevo camino, añade la nota de Sotheby's.

La obra esconde una trágica historia familiar ya que durante mucho tiempo estuvo en el comedor de Johanna Margarete y Siegbert Stern, fundadores de una próspera empresa textil y que solían frecuentar a figuras como Albert Einstein y Franz Kafka.

Stern murió en 1935 por causas naturales, pero en 1944 su esposa, Margarete, fue asesinada en el campo de concentración de Auschwitz.

Desde 1951, el cuadro había permanecido en un museo de Eindhoven, Países Bajos, que lo pudo identificar, lo que permitió que fuera devuelto a los herederos de Stern.

Pero detrás de la obra hay una trágica historia familiar, por haber sido incluida en un libro aún no publicado de memorias de una niña judía de siete años a quien su cuidadora escondió en una habitación secreta en su propia casa para protegerla de los nazis.

En ese cuarto oculto vivió la pequeña Dolly durante dos años y medio sin hacer ni un solo ruido con la única compañía de un elefante de juguete. Los acontecimientos en torno a la niña, según Sotheby's, se desarrollaron en 1943 en el Ámsterdam ocupado.

El relato de cómo la pequeña logró sobrevivir a la guerra se incluye en ese libro aunque su historia se asocia al cuadro de Kandinsky.

Al parecer, el cuadro adornó la vivienda de los abuelos de Dolly, Siegbert y Margarete Stern, en Potsdam, a las afueras de Berlín, un domicilio que, según atestiguan viejas fotografías, Kandisnky solía visitar.

Tras la muerte de Dolly en 2014, sus diarios, en los que la niña relata pormenores muy emotivos de los acontecimientos vividos y el impacto de los años de la guerra, serán pronto publicados por su familia, según la casa de subastas.