Seis años después de publicar su último trabajo de estudio, el calmo y semiacústico Antzokietan, y casi una década desde que grabaran el eléctrico Bizirik gaude, Su ta Gar regresan con los feroces riffs, velocidad y ritmos que les han convertido en leyenda de los sonidos heavies euskaldunes. Y lo hacen presentando Alarma (Jo ta Ke Ekoizpenak), su décimo segundo disco en tres décadas, en la Azoka de Durango todo un regreso a los orígenes más fieros de los eibartarras. “Seguimos muy vivos a pesar de la dureza de los últimos años”, explica Xabi Bastida, guitarrista de un cuarteto que completan Aitor Gorosabel (voces y guitarras), Igor Díaz (bajo) y Galder Arrillaga (batería).

Podríamos decir que “bizirik zaudete", ¿verdad?

Totalmente, seguimos muy vivos a pesar de la dureza de estos últimos años. No sabíamos dónde podía estar el final y cuándo se acabaría todo. Se hablaba de reinvención, de conciertos en streaming o con mascarillas… No nos veíamos cómodos ahí y, además, el formato acústico ya lo habíamos hecho en la gira por teatros. Eso sí, no dejamos de trabajar, de acudir al local y componer durante la pandemia.

Ha sido mucho tiempo sin disco de los ‘Suta’.

Sí, pero no hemos parado. Tras Maitasunari pasioa hicimos la gira de teatros, que fue un gran reto para nosotros por el sonido tan diferente, luego llegó el Cd y DVD en teatros, la gira de los 30 años, el himno del Eibar, el cómic… Y cuando íbamos a entrar en el estudio para este disco, llegó el confinamiento. No hemos parado en estos 34 años; de hecho, hemos editado una veintena de producciones en formatos diferentes. No nos hemos dormido (risas), pero sí teníamos ya ganas de disco nuevo, al igual que los fans. Lo hemos grabado este último año, por fases, entre tandas de conciertos.

¿Tenían claro que había que volver a la electricidad, al ADN del grupo tras ‘Su ta Gar Antzokietan’?

Así es. No renegamos de los dos últimos discos más calmados, estamos orgullosos de ellos, pero teníamos ganas de hacer lo de siempre, volver a la electricidad, a nuestra esencia. En pandemia se habló de reinventarse, de regenerarse… Me parece bien sí tienes la necesidad, lo sientes o lo necesitas. Obligado, no.

Y han hecho el disco que les gustaba y el que sentían.

Así de claro. Nos sentimos cómodos en este estilo, en el que creo que tenemos aún mucho que decir. No es necesario el cambio por sí mismo. Y lo que ofrecemos son 11 temazos.

Y de estilos muy diversos ¿verdad?

Incluye algunas de las partes más cañeras y potentes de nuestra trayectoria, con mucho doble bombo, la velocidad del speed metal, el trash, riffs que entran en las entrañas y te arrollan, el heavy más clásico, dos baladas como Infinitoan Irrifar bat... El repertorio responde a nuestros gustos, a nuestra esencia, lo que nos gusta desde jóvenes, cuando intentábamos imitar a Judas Priest, Iron Maiden, Accept... Y esas influencias sigue ahí, son las de siempre, están en nuestro interior. No somos de los que buscan nuevos grupos para escuchar a la hora de componer. Además, también tocamos así porque creemos que es lo que la gente que nos sigue quiere oír.

Alarma’, el título del disco, es demoledor, la fotografía de nuestro tiempo.

Me alegro de que te guste. Ponemos los títulos al final, con las letras hechas y hasta ya en el estudio a veces, con las letras y la música muy interiorizadas. Buscamos algo que pueda envolver un mensaje general. La mayoría de las letras son de Aitor, excepto una mía y otras tres de Iker Rocandio, que nos ha cedido siempre alguna y suelen históricas y épicas, sobre batallas en este caso. Son canciones con un poso de amor, pero también mucha crítica social y política, muy cercanas a lo que vivimos. Hablas del título, pero dudamos al ponerlo.

¿Y eso? Es corto, directo e impactante.

Es que el single es Alarma egoera, estado de alarma, y se podía relacionar con la situación vivida en pandemia. Y queríamos ir más allá, referirnos a una situación más general.

Usarlo como metáfora de estos tiempos, imagino.

Eso es, ya que hay gente que vive toda su vida en situación de alarma. Y pensamos en dejar solo alarma aunque luego le dimos vuelta porque se podía asociar al castellano aunque sea euskera también y nosotros seguimos cantando en nuestro idioma. Y si le quitas la a final, es alarma en inglés. Es nuestro título más internacional (risas). Le dimos muchas vueltas y no surgió nada que nos motivara más. Ahora, estamos muy a gusto con él.

La portada también impacta.

Es, como el diseño, de Julen Ribas, quien hizo nuestro cómic. Pilló nuestras ideas al vuelo, hay buena conexión. Además de la sirena de portada, en el interior dibujó una mesa redonda con el planeta Tierra en medio con comensales de los poderes fácticos -un juez, un político, un militar, farmaceúticas…- a punto de hincarle el diente y ver quién se lleva más cacho.

Siguen editando los discos ustedes mismos.

Desde 2006, sí. Es cierto que implica un mayor trabajo, que te exige más y llega a agotarte, pero así estamos muy a gusto. Nadie va a hacer por ti mismo lo que puedes hacer tú, la verdad. Ahora no sabríamos cómo tratar con una casa de discos, cuando apenas se vende y hay que negociar plazos o colores de portadas, por ejemplo. El trabajo es duro, pero nos aporta mogollón. De hecho, todos nuestros discos y producciones son nuestras, las hemos recuperado.

Les imagino con ganas de carretera, pero habrá que esperar para la gira ¿verdad?

Ganas las hay todas, pero este disco nos ha agotado en la toma de decisiones y en las mezclas finales al ser un disco largo, que dura una hora. Hay canciones de más de seis minutos, pero creemos que no sobra nada en él. Ha habido mucho trabajo, la verdad, y ahora llega la presentación del disco… Tenemos las mismas ganas que nuestros seguidores de preparar el directo y salir a tocar, pero lo haremos en primavera, a mediados de marzo. Ya hay fechas cerradas, pero las guardamos, y coincidirán con la salida del disco en formato vinilo, que será doble, se abrirá por la mitad, como los de siempre. Además, es un disco largo y la gente necesitará tiempo para asimilarlo aunque la escucha es fácil y llevadera al ser muy melódico y con estribillos.