Hay lugares en las que la línea divisoria entre los sueños y la realidad es más fina. Uno de esos lugares es Japón. Desde luego, así lo cree Genki Kawamura, periodista, novelista y director de cine que presentó ayer su último largometraje en competición por la Concha de Oro. En Hyakka/A hundred flowers, Kawamura lleva su cuarta novela a la gran pantalla para tratar un tema complejo que él vivió en primera persona: el alzhéimer. Para ello, ha contado con la “legendaria” actriz Mieko Harada, conocida internacionalmente por varios de sus trabajos con Akira Kurosawa.

Harada interpreta a una mujer al que le detectan un alzhéimer precoz y de rápido avance. El contrapunto lo pone el hijo de esta mujer, al que da vida Masaki Suda, un personaje resentido con su progenitora porque le abandonó cuando era niño por una aventura con un hombre. Kawamura se basa en su propia experiencia como hallegado –su abuela sufrió alzhéimer y, previamente, abandonó el durante un tiempo–, y, según explicó ayer en la rueda de prensa que tuvo lugar en el Kursaal, rodó la confusión de la protagonista con largos planos secuencia en un intento de reflejar cómo funciona el cerebro con la memoria. Asimismo, ha buscado crear un espejo entre madre e hijo: la madre va olvidando el presente y recordando el pasado, al tiempo que el hijo no alberga recuerdos del pasado mientras confronta su presente.