El dibujante Álvaro Martínez Bueno trabaja para una de las editoriales más importantes del noveno arte, DC Cómics, desde su estudio en el barrio donostiarra de Gros. En su trayectoria se ha encargado de personajes tan célebres como Batman y Robin y también se ha encargado de otras cabeceras superheróicas como La Liga de la Justicia Oscura. No obstante, desde hace un par de años se encuentra inmerso en un proyecto llamado The nice house on the lake, junto al exitoso guionista James Tynion IV. Se trata de un cómic de terror apocalíptico de doce números –en el Estado la editorial ECC ha publicado seis y DC en EEUU, nueve–, que habla de la convivencia de una decena de amigos en una casa a orillas de un lago del que no pueden salir: están encerrados. Esta obra, en la que los autores han impreso mucho de sí mismos, se ha alzado con el Premio Eisner, conocido como el Óscar de los cómics, a mejor serie nueva.

¿Qué se siente al ganar un Premio Eisner, el ‘Óscar’ de los cómics?

Orgullo, reconocimiento... Por otra parte, es extraño. Estoy muy satisfecho pero lo que ha ocurrido es que se ha dado la casualidad de que a este jurado le ha gustado más nuestra obra que otra, pero podía haber sido cualquier otra, es subjetivo. Donde yo me valido es en el trabajo diario, es lo que me motiva, aunque ganar un Eisner es un subidón instantáneo que es difícil de igualar, sobre todo, en una profesión tan solitaria como la nuestra. De hecho, la noche antes de la entrega de premios me fui a casa incómodo porque la página en la que estaba trabajando no me había salido bien.

Si tuviese que elegir entre recibir un Eisner o sacar adelante un proyecto tan personal como ‘The nice house on the lake’, ¿con qué se quedaría? 

Respondería que con el proyecto. El Eisner es la guinda de un trayecto que estamos haciendo. El hecho de haber creado la serie desde cero, que nadie sabia ni lo que era ni de qué iba, ni se conocían los personajes, ni pertenecía una franquicia, que se haya vendido muy bien y que la crítica sea muy buena, es una satisfacción continua. Hay gente que nos ha escrito para decirnos que había dejado de leer cómics pero que ha vuelto a ello gracias a esta serie o que su pareja no lee cómics y que con The nice house on the lake está encantadísima. Eso cala más en un creador. Lo veo todo con un proceso, si no hubiésemos creado la serie, no habría Eisner.

"Hay gente que nos ha escrito para decirnos que había dejado de leer cómics pero que ha vuelto a ello gracias a 'The nice house on the lake"

El trofeo físico no le ha llegado desde EEUU. 

(Ríe) Lo estoy esperando, se lo he prometido a mis padres.

Tiene un contrato de exclusividad con DC Cómics, ¿considera que el Eisner le facilitará la puesta en marcha de otros proyectos? 

Entiendo que sí, me va a ayudar a la hora de presentar proyectos nuevos. Pero en DC ya sabían que esto funcionaba, el Eisner ha sido la guinda. En un inicio no tenían muchas expectativas con este proyecto y las hemos superado ampliamente en todos los sentidos. Creo que estarán predispuestos a proyectos que les podamos proponer.

En comparación con sus proyectos anteriores en los que se encargó de personajes con solera como Batman, ‘The nice house on the lake’ es tanto para usted como para el guionista James Tynion IV un proyecto que tiene mucho de ustedes mismos. 

La propuesta me llegó en otoño de 2019. James tenía esta historia en la cabeza desde hace muchos años. Es una historia de terror, de ciencia ficción apocalíptica pero es una historia muy personal. Muchos de los personajes que aparecen están basados en la vida de James. Cuando me propuso el proyecto, una cosa que me atrajo era que era algo diferente a lo que veníamos haciendo, pero lo que de verdad me hizo decidirme es que existe una subtrama sobre las relaciones entre los personajes en la que vi reflejados aspectos de mi vida: es gente de mi edad que se ha ido distanciando con el tiempo. Es personal porque James escribió la historia, pero yo también me he sentido vinculado a ella.

¿Cómo se le llega a plantear esta serie a DC Cómics?

James estaba haciendo Batman en aquel momento y funcionaba realmente bien. Le quedaba un año de contrato con DC y quería aprovechar la popularidad que tenía con Batman para sacar algo más, se lo ofreció a la editorial y pidió que fuera yo el que lo dibujara. El proyecto estaba aprobado pero no echó a andar hasta que no supieron que yo podía hacerme cargo. Creo que en aquel momento a James le hubieran dicho que sí a cualquier cosa (ríe), porque había tenido un par de éxitos medianos tirando a grandes y luego estaba Batman, que estaba siendo un bombazo.

James Tynion IV es un guionista de éxito con muchos proyectos.

Es fácil trabajar con él. Llevamos muchos años colaborando. Ha llegado un punto en nuestra relación en la que ya no tenemos que decirnos casi nada, trabajamos bien sin necesidad de andar reuniéndonos. Todo fluye bastante. Pero él en este preciso instante guioniza entre seis y ocho series a la vez, está montando su propia empresa, está preparando la adaptación a serie de dos de sus cómics y escribiendo parte de sus guiones... Este es su momento, claramente. Yo también me beneficio de ello. Uno de los motivos del éxito de The nice house on the lake es que se ha beneficiado del tirón de James.

¿Goza de libertad creativa?

Gráficamente y narrativamente he podido meter muchas cosas de mí mismo. Consensuo las decisiones con James, pero tengo libertad. Puedo alterar la narración, añadir o quitar cosas. En esta serie, además, todo el aspecto gráfico es cosa mía, desde las portadas hasta la iconografía pasando por el diseño del título. Era algo que hasta ahora no había podido hacer. Puedo meter cualquier tipo de referencia que me interese y que encaje, desde cuestiones gráficas como pinturas a referencias musicales, literarias y cinematográficas. Hasta tal punto que en uno de los últimos números he podido meter una melodía que me gusta en una de las páginas, cualquiera que sepa piano podrá sacarla.

"Gráficamente y narrativamente he podido meter muchas cosas de mí mismo. Consensuo las decisiones con él, pero tengo libertad. Puedo alterar la narración, añadir o quitar cosas"

En septiembre ECC publicará en el Estado el séptimo número de la serie. En Estados Unidos no ha concluido su publicación.

Ahora mismo estoy terminando de dibujar el décimo número y en EEUU quedan tres por publicar. El plan es terminar la serie a principios de diciembre. Después pararemos un tiempo, pero tenemos en mente continuar la historia de algún modo, aunque estos doce números se podrán leer de forma independiente.

‘The nice house on the lake’ es en este momento la única serie en la que trabaja.

Sí. De hecho, como somos copropietarios de los derechos también podemos trabajar el merchandising, con lo que también le dedico tiempo al diseño de materiales como camisetas. Además tengo una página web con una tienda y mucha gente me escribe para pedirme cosas.

El proyecto se pone en marcha en 2019. Teniendo en cuenta de que la trama se construye sobre el encierro de unos amigos en una casa a orillas de un lago habrá sido imposible escapar a guiños al confinamiento.

Empecé a diseñar los elementos de la serie el 1 de abril de 2020, en pleno confinamiento. Era difícil que el estado de ánimo de todo el equipo no traspasará a esta historia que, en definitiva, es apocalíptica. Eso puede ser una influencia más etérea, pero sabíamos que cualquiera que leyese sobre diez amigos encerrados en una casa sentiría que eso le ha pasado a él. Decidimos no rechazar lo que pudiese recordar a la pandemia y añadir cosas inspiradas en esa experiencia.

"Aunque el proyecto es anterior a la pandemia, sabíamos que cualquiera que leyese una historia sobre diez amigos encerrados en una casa sentiría que eso le ha pasado a él"

La serie tiene un planteamiento muy cinematográfico, incluso, televisivo.

Vivimos en un mundo de adaptaciones. Ahora mismo se ha estrenado en Netflix Sandman, que ha sido un éxito. No puedes mantenerte ajeno a eso, pero lo intento. En el propio gérmen de la historia está que pueda ser una serie: es barata, todo se desarrolla en una casa y son solo diez personajes. En cuanto a la estructura, cada número se enfoca en un personaje y cada capítulo acaba en alto; el misterio que rodea la serie que te da ganas de seguir leyendo... Siempre hay acercamientos, pero todo es muy incierto. A medida que pasa el tiempo me he dado cuenta que lo que quiero es estar concentrado en hacer un cómic cojonudo. Y cada vez uso más recursos de cómic. En el último número que he dibujado hay una página que solo funciona en cómic. Y en otro hay un recurso que solo puede funcionar en papel. Hay series que son literales y otras que no lo son. ¿Qué sentido tiene estar pensando en ese futuro? Yo estoy centrado en hacer un cómic cojonudo y si viene una serie cojonuda, bienvenida sea. Pero en mi día a día con lo que disfruto es con que sea un cómic.