De Luis Mariano a Robert Pattinson. De Bette Davis a Sigourney Weaver. De Lou Reed a Raphael. De Sophia Loren a Michael Fassbender. La mayor colección de estrellas de la historia del cine está en Tabakalera. Zinemaldia ha dado inicio este lunes a la celebración de sus 70 años de vida con la inauguración de la extensa y cuidada exposición Imagina un Festival, todo un festín cinéfilo repleto de “sorpresas” y material audiovisual inédito para la mayor parte del público. Hasta dos plantas del centro donostiarra forman la muestra, visitable hasta el próximo 24 de septiembre, con el objetivo de homenajear a la industria del cine y a su público, que “ha abarrotado las salas edición tras edición”.

No todos los días se cumplen siete décadas de andadura y, por ello, el Zinemaldia ha preparado para este curso una edición especial de celebración, cuyo pistoletazo de salida es la gran muestra Imagina un Festival. “Es un homenaje a la ciudad, a la industria y a los medios de comunicación. Pero, sobre todo, es una exposición dirigida al público, ya que sin ellos no tendría sentido”, ha asegurado el director del festival, José Luis Rebordinos, durante su inauguración, a la que también han asistido, entre otros, la directora de Tabakalera, Edurne Ormazabal; el alcalde de Donostia, Eneko Goia; y el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano.

Partiendo de las tres palabras –“Imagina un festival”– que un pequeño grupo de comerciantes donostiarras pronunciase allá por 1953, la exposición es un testigo de cómo ese sueño fue moldeándose con el tiempo hasta el Zinemaldia que es hoy en día. Lo es, además, a partir de exclusivamente material audiovisual, con imágenes históricas, muchas de ellas inéditas, con los cientos de rostros que han pasado a lo largo de este tiempo por el certamen donostiarra.

“Hay pocos eventos que hayan tenido tanta cobertura de vídeo desde el primer día. Hay material que incluso no se había visto nunca antes con momentos deliciosos. Solo hemos tanteado entre un 10 y un 20% de lo que hay”, han asegurado los comisarios de la exposición, Asun Lasarte y Carlos Rodríguez, del estudio Morgancrea. Ellos han tenido la ardua labor de seleccionar el material, incluirlo en “una muestra accesible para todo el mundo” y que contase, a su vez, la historia del festival y de sus elementos más particulares.

Precisamente, estos son los que arman la estructura de la exposición, como la alfombra roja, que ejerce de guía para el público desde la entrada principal de Tabakalera y permanece suspendida sobre las cabezas de quienes la visitan por todo el recorrido. “No podía ser un catálogo analógico, tenía que tener algunos de sus elementos. La tecnología actual nos ha permitido hacer una muestra que no se limita a unas pantallas de vídeo”, han explicado los autores.

Viaje por la historia del cine

Siguiendo los 200 metros de alfombra roja se abre una puerta a los sueños de cualquier cinéfilo. Un viaje a la historia del Zinemaldia, pero también a la propia historia del cine, repartida en hasta dos pisos del espacio donostiarra. En el primero, la planta 0 de Tabakalera, una instalación homenajea al público del festival a partir de ocho pantallas que, por un lado, muestran el ambiente de la alfombra roja con imágenes captadas por las diferentes cámaras que han pasado en este tiempo y, por otro, con más de 650 fotografías enviadas por la propia ciudadanía con sus diferentes ídolos.

En la primera planta, por su parte, el público se encuentra con otro de los elementos más característicos del festival, su photocall, presidido por una pantalla gigante en la que se reproducen más de 800 personalidades del cine que han visitado Donostia. Todo un túnel del tiempo en el que es posible ver de forma simultánea a Kirk Douglas, Audrey Hepburn, Robin Williams, Harrison Ford, Cantinflas, Juliette Binoche y John Travolta.

Junto a él, otra instalación, Media, centrada en el papel de los medios de comunicación y recogida en el mismo formato de revista del festival, con la que es posible descubrir las diferentes etapas del certamen, desde sus comienzos más elitistas hasta su condición pública actual, pasando entre medias por los años más oscuros marcados por la violencia y las dificultades económicas.

La exposición tiene su colofón final en la estancia Zinea, una gran sala de cine con distintas pantallas sincronizadas con las que la exposición se sumerge en la trastienda del festival. Gracias a ellas es posible dar con algunos de los momentos más emotivos del festival, desde Michael Fassbender cantando al público hasta Antonio Ferrandis, Chanquete en Verano azul, siendo reclamado por las masas en un Velódromo repleto de niños. Dos cubos suspendidos en el aire, por su parte, proyectan las otras caras del evento, desde sus fiestas hasta las de los Premios Donostia. 

Por último, el espacio acoge una proyección sobre la evolución del símbolo de la concha y una mediateca, con la que el público puede salsear por el diferente material de la muestra.

Talleres y visitas guiadas

La exposición Imagina un Festival permanecerá abierta hasta el 24 de septiembre, coincidiendo así con el final de la edición de este año. Además, contará con talleres infantiles y visitas guiadas, así como con un concurso de preguntas. La muestra, asimismo, coincidirá en el tiempo con la que inaugura esta semana Tabakalera, Vive le cinéma!.