Viajar en el tiempo a finales del siglo XIX a través de una locomotora de vapor. Esa es la experiencia estrella que ofrece el Museo vasco del Ferrocarril, ubicado en Azpeitia, y que tiene como reclamo principal las salidas del tren de vapor, que recorre la distancia que separa la estación de Azpeitia de la de Lasao.

Se trata de diez kilómetros de trayecto de ida y vuelta que se recorren en una hora a bordo de la locomotora Aurrera, la última de una serie construida entre 1892 y 1898. Con sus lujosos y pulcros vagones de madera, el sonido de la locomotora y el verde paisaje del valle del Urola, el tren de vapor de Azpeitia retrotrae al visitante más de un siglo atrás.

Desde Semana Santa y hasta noviembre, el museo azpeitiarra pone en marcha su clásica locomotora todos los fines de semana. El tren de vapor parte de la estación del museo a las 12.00 y a las 17.30 horas los sábados y a las 12.00 horas los domingos. La tarifa general para visitar el museo y montar en el tren es de 6 euros por persona (visitar únicamente el museo cuesta 2 euros), mientras que los grupos de más de 25 personas tienen una tarifa reducida de 2 euros.

Pero el museo azpeitiarra ofrece al visitante una experiencia que va más allá del tren de vapor. Se trata de un museo creado sobre lo que eran las instalaciones del Ferrocarril de Urola, uno de los primeros ferrocarriles eléctricos del Estado español y que fue clausurado a finales de los años 80.

El museo, abierto desde 1994 bajo el impulso del experto Juanjo Olaizola, contiene una de las mejores colecciones de piezas móviles ferroviarias de Europa.

A través del antiguo taller mecánico, el museo cuenta con la mayor muestra de máquina-herramienta. Esa instalación se conserva, según detallan desde el centro azpeitiarra, “tal y como fue inaugurada en 1925, con un antiguo motor eléctrico que hace funcionar sus 16 máquinas a través de un complejo sistema de poleas, correas y barras”.

Además, hay otros muchos objetos curiosos relacionados con en mundo del ferrocarril que hacen las delicias de públicos de todas las edades. En sus instalaciones, se pueden encontrar uniformes utilizados en los trenes desde finales del siglo XIX hasta los de el AVE. El museo tiene una amplia colección de accesorios relacionados con los trenes como relojes, faroles y juguetes de la época.

Asimismo, el museo recoge a través de una exposición fotográfica un repaso por los 130 años de movilidad eléctrica en Euskadi. Se trata de 16 paneles distribuidos en las cocheras, donde también se exponen algunos de los vehículos protagonistas de esta “aventura tecnológica”.

Además, en el edificio contiguo de la subcentral de tracción, las personas visitantes podrán contemplar los complejos sistemas de transformación y rectificación de la energía de tracción utilizados por el Ferrocarril del Urola desde 1925.