Por primera vez desde que estallase la pandemia, los cines vascos cuentan con el aforo al 100% y la posibilidad de comer y beber en las salas. Desde hoy está permitido de nuevo consumir unas palomitas mientras se disfruta de una película, algo que no sucedía desde el pasado 7 de octubre. "Confiamos en que no haya marcha atrás y los cines vuelvan a ser como eran antes", asegura Iñaki Elorza, responsable de la unidad de cine de SADE.

Poco a poco, las salas de cine de Euskadi van viendo la luz. "Han sido dos años de modificaciones de las restricciones que han llevado consigo que muchas películas fuesen retrasándose o yendo a plataformas. Ha sido muy complicado continuar", explica Elorza. Algo que parece que empieza a cambiar porque, a partir de hoy, una única medida permanece vigente, la de la obligatoriedad de la mascarilla. Una nimiedad comparado con todas las restricciones que han sufrido durante este tiempo: prohibición de consumo, aforos reducidos, toque de queda y pasaporte covid obligatorio para acceder.

"Euskadi ha sido el único sitio donde ha estado prohibido comer palomitas y, además, hemos tenido los aforos más reducidos", recuerda el responsable de los cines de Donostia. Con el fin del estado de alarma el 9 de mayo de 2021, volvió a ser posible comer y beber durante las proyecciones, algo que el Gobierno Vasco suprimió una vez más con la subida al 100% del aforo el 7 de octubre, asegurando que ya no era posible mantener la distancia necesaria para desprenderse de la mascarilla.

A pesar de que los cines vascos recurrieron la medida, no ha sido hasta más de cuatro meses después cuando finalmente sido suprimida, quitando durante todo este tiempo una fuente de ingresos muy importantes para las salas. "Entre todas las medidas han sido unas pérdidas millonarias que no se van a poder igualar con ninguna ayuda", asegura Elorza, confiado en que esta vez, no haya ninguna marcha atrás por parte de las instituciones: "Ya solo quedarían las mascarillas que espero, como ya se está produciendo en otros países europeos, también termine por quitarse y volvamos a tener una total normalidad".

Recuperar al público

Con la vuelta de las palomitas, desde los cines SADE confían en que muchos espectadores que habían dejado de acudir regresen. No obstante, son conscientes de que la nueva situación, en la que mucha gente se quitará las mascarillas para poder comer, también puede generar conflictos entre los más precavidos y los que no lo son tanto. "Es algo que ya nos pasó la otra vez, pero hasta en el verano de 2020, cuando la situación estaba mucho peor, las salas se llenaron de gente para ver la nueva película de Santiago Segura mientras comían palomitas y no pasó nada", recuerda.

Aún así, Elorza espera que la amplia oferta de horarios permita una convivencia normal. "Los espectadores tienen que hacerse a la idea de los que se van a encontrar. No es lo mismo ir a ver una película de acción como es Uncharted un fin de semana que ir entre semana cuando podrás cambiarte sin problemas de sitio si tienes a alguien comiendo cerca", apunta.

El fin de la restricción de consumir, no obstante, es una muy buena noticia que animará "a aquellos que todavía tenían miedo". "Hay que conseguir que ir al cine vuelva a ser un hábito seguro. Hay personas que llevan uno o dos años sin venir y con la vuelta a la normalidad puede que regresen", asegura. A este respecto, agradece las campañas publicitarias del Gobierno Vasco durante estos dos años tratando de potenciar el regreso a las salas, sobre todo, entre los más jóvenes.

Sin embargo, estas ayudas indirectas no son suficientes para recuperar los daños económicos de estos dos años y tras las cuantías del Ministerio español, los propietarios de salas de cine tienen puesta la mirada en las europeas. "Lo mejor, en todo caso, es conseguir que los cines vuelvan a ser como eran antes", observa Elorza. Parece que, por fin, así empieza a ser desde hoy.