oy un poeta, sí, pero con guitarra eléctrica”, explicaba Robe Iniesta, líder de Extremoduro, recientemente. Esa personalidad intransferible, siempre al límite, de sus letras, que oscilan entre el cielo y el infierno, la lírica y la alcantarilla barrial, convirtió a los de Plasencia en uno de los mejores grupos estatales de rock de la historia; para muchos, el mejor.

Warner mira por el retrovisor y edita en Navidad una retrospectiva íntegra de su discografía y un apañado recopilatorio que agrupa 44 canciones en tres discos.

Seguramente a Robe se la pelen la operación de su antigua discográfica, que busca “echar la verja con un par de lanzamientos que ponen punto y final a una de las carreras más influyentes y exitosas del rock en castellano”. Él lleva tiempo a lo suyo aunque, a decir verdad, ¿cuándo no lo ha hecho?

Tras el imposible agur en directo a Extremoduro con la cancelación de una gira que creó tensiones entre sus miembros, Robe ha concluido con éxito hace unas semanas la gira de su último disco en solitario, Mayéutica (El Dromedario Records), que estos días se ha convertido en Disco de Oro.

Y como sus fans siguen pidiendo los temas de Extremoduro en 2021, viene a cuento repasar la discografía de un grupo que despuntó entre el resto de los seguidores del rock correoso de Leño y el posterior de Rosendo, adelantando por la izquierda a Los Suaves, Platero y Tú, Reincidientes y, si me apuras, a los propios Barricada. Su autodenominado “rock transgresivo”, aupado por la peña en bares y fiestas, y alejado de radiofórmulas, siempre fue diferente gracias a las letras de su líder, cantante y guitarrista, que tuvo que esperar a la consolidación en la formación del vasco y exPlatero Iñako Uoho Antón para evolucionar en el plano musical.

Así lo confirman la edición tanto de la caja con doce compactos que incluye toda su discografía como el triple CD con las mejores canciones del grupo extremeño, titulado Canciones 1989-2013, que podría verse como su recopilación definitiva.

La caja actualiza la edición anterior de 2010 tras la publicación de los discos Material defectuoso y Para todos los públicos, e incluye el disco en directo Iros todos a tomar por culo (1997) y Pedrá (1995), que contiene una única canción-río de casi media hora.

El triple CD, que se podría titular No quiero ser como tú, frase que aparece en la camiseta que porta Robe en su portada, en una icónica imagen inmortalizada por César Urrutia, ofrece una panorámica de su obra al agrupar hasta 44 canciones extraídas de su decena de discos de estudio.

En ellas se advierte la personalidad, siempre al límite, de alguien que siempre se sintió “transgresivo” y más poeta que músico. “Cuando tengo una música, no siento que tenga nada importante. Sí me pasa con la letra, aunque sea una sola frase”, defiende.

Amor, sexo, droga, caos, transgresión, cielo e infierno, poesía y lirismo frente a textos explícitos y términos barriobajeros... Así suena Extremoduro desde su debut, Rock transgresivo, editado en 1989 con la ayuda económica de sus seguidores, hasta su agur con Para todos los públicos (2013). De las iniciales Extremaydura, donde se incluían textos y música de coplas de su tierra, y su primer himno, Jesucristo García, donde cantaba “vomité mi alma en cada verso que te di”, a los estertores recientes como Locura transitoria -“siempre soy yo mi guerra”- o El camino de las utopías, donde reniega de religión, banderas e ideologías.

Y entre ambos, múltiples ejemplos de un estilo que parte del rock de Leño, con colaboración de Rosendo incluida en La canción de los oficios, y que del rock duro barrial y kalimotxero supo ir creciendo con aportaciones de blues, flamenco, reggae, música de cámara y pop.

Sí, pop, especialmente a partir de Agila (1986), su disco de consagración popular gracias a la introducción de saxos, violines y teclados en clásicos como Prometeo, Sucede, So payaso o la violenta El día de la bestia, con su amago de rap incluido.

Robe enfrenta el aliento de Bécquer -“te vi pasar y ahora vuelvo a sonreír”- con el de Bukowski -“hoy me soñé al despertar que te follaba sin parar”-, y combina versos prestados de Machado, Lorca, Miguel Hernández o Neruda con una lírica capaz de mostrarse carcelaria y cargada de palabras gruesas en un párrafo y romántica hasta la ingenuidad en el siguiente.

Puedes elegir entre Voy por caminos que están por abrir, Necesito drogay amor, Pepe Botika, Quemando tus recuerdos, Su culo es miel, A fuego o los diferentes movimientos de La ley innata, la propuesta más ambiciosa y compleja de un tipo que canta “soy maestro de la contradicción y experto en romper lo prohibido”.