El txistulari Garikoitz Mendizabal y Euskadiko Orkestra han unido sus esfuerzos en Gutizia, un disco que demuestra que el txistu "tiene repertorio" y "motivos" para colocarse a la altura de otros instrumentos solistasGutizia compartiendo escenario con un conjunto sinfónico "sin limitaciones y con naturalidad".

Garikoitz Mendizabal (Zestoa, 1973), director de la banda de txistularis de Bilbao, está considerado uno de los iconos en la interpretación de este instrumento tradicional vasco y ha llevado a cabo un trabajo de colaboración con autores contemporáneos para contar con nuevas obras para txistu.

"Se cumple un sueño que se inició en 2011 con el proyecto Txistu Symphonic", realizado con la Orquesta de Bratislava y que recorrió escenarios de Rusia o Corea del Sur, ha señalado Mendizabal de Gutizia, editado por el sello Orpheus Classical.

El director general de Euskadiko Orkestra, Oriol Roch, ha resaltado que el trabajo se inserta en la filosofía de promover y difundir la música vasca que, en este caso, llega de la mano de un "virtuoso del txistu como Garikoitz Mendizabal".

Gutizia incluye dos discos con nueve obras en totalGutizia , algunas de las cuales han sido escritas expresamente para esta grabación y otras son composiciones tradicionales o ya existentes que han sido orquestadas.

Entre las creadas expresamente para el disco figuran Reflexiones sobre la longitud del viento, del compositor de bandas sonoras Fernando Velázquez; Karibu peponi, con la que Javier Martínez Campos (1989) rinde un pequeño homenaje a Kenia; y el poema sinfónico Leyenda, de Eduardo Moreno (1977).

La grabación incluye el Concierto para txistu, de Naji Hakim (1965), dedicado a Mendizabal y estrenado por él en 2019 en Beirut con la Orquesta Filarmónica Libanesa; Symphony, de David Johnstone (1959); Zaharra, un recopilatorio de temas tradicionales con arreglos de Luis Aramburu y orquestación de Pierre Wekstein; y los anónimos Iruten ari nuzu y Atzo ttun-ttun, orquestados por Kepa de Miguel, quien fue profesor de Mendizabal.

El segundo disco cierra con Hora Staccato, una danza tradicional rumana escrita por Grigoras Dinicu adaptada al txistu por Iñaki Urkizu, que constituye una "explosión de virtuosismo".

Mendizabal ha abogado por dar más pasos para que directores, programadores y gerentes de orquestas "se atrevan a programar tanto en abono como en conciertos extraordinarios obras con txistu", un instrumento que se debe consolidar como solista al igual que lo han hecho otros como la acordeón o la guitarra española".

"Quiero que el txistu tenga esa presencia y seguiré en ese camino. Espero que el tiempo me de la razón", ha concluido.