- El director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, señaló ayer que la venta de entradas está funcionando "bastante mejor" que el año pasado, con un 61% por encima de 2020. Durante la presentación del Premio del Público del festival, Rebordinos detalló que la compra "irá regulándose porque el fin de semana es muy fuerte y luego probablemente baje".

Los dos primeros días de la puesta en marcha del servicio, el domingo y el lunes, se mantuvo un 60% por encima de las mismas fechas del 2020, indicó Rebordinos, apuntando que, al parecer, "hay ganas de volver al cine".

El máximo responsable del certamen donostiarra manifestó su esperanza de que "muy pronto" el LABI decida "abrir los porcentajes de los aforos" y consideró que los meses de octubre, noviembre y diciembre, "con la resaca del propio festival y la gran cantidad de estrenos que se van a producir, puede ser un momento muy bueno" para el cine.

Sobre posibles novedades en la presencia de caras conocidas en la edición de este año, apuntó que "hay alguna presencia reseñable y alguna que probablemente caiga" porque el covid "lo cambia todo", por lo que es "mejor esperar hasta el final" para tener todas las confirmaciones.

Asimismo, afirmó que la organización "realmente ha estudiado las posibilidades" de abrir la alfombra roja al público, pero solo podría ser posible que acudieran "150 o 200 personas" de acuerdo a las normas sanitarias, por lo que "unas 2.000 quedarían fuera y sería un cabreo espectacular".

Por este motivo, se ha optado por lo "más sensato" que es "primar la seguridad" de todos los asistentes, espectadores e invitados.

La alfombra roja solo podría acoger a entre 150 y 200 personas, por lo que se ha optado por prescindir de ella por segundo año consecutivo