olo un cineclub con una base de espectadores tan fiel como la de Ozzinema es capaz de iniciar una nueva temporada con una película sorpresa. Esa es la propuesta para hoy de este cineforum de Errenteria que tiene la no comodidad por bandera. “Queremos arriesgarnos y seguir evolucionando, por lo que hemos diseñado un trimestre potente”, adelanta Jonathan Sedeño, uno de sus responsables.

Si a lo largo de los últimos años el cineclub oreretarra ha destacado por algo es por su mezcla de géneros y su apuesta por proyecciones no tan habituales en iniciativas de este tipo. La película sorpresa de esta tarde, a partir de las 19.30 horas en los cines Niessen, es toda una declaración de intenciones de lo que deparan los próximos meses. “Nos encanta jugar con el escepticismo y hemos querido incluir un nuevo acicate de inicio. Esperamos que la gente se solidarice con las salas que tan mal lo están pasando con los aforos y se atrevan a volver a ellos”, explica Sedeño.

Así, Ozzinema, capaz de programar en un mismo año títulos tan dispares como Lawrence de Arabia, Mank, Palm Springs y Caminho Longe, dará su pistoletazo de salida este curso con un largometraje del que únicamente se desprenden tres pistas: es europeo, dura dos horas y no aparece en el cartel que han diseñado para la sesión. El abanico de posibilidades, conociendo los antecedentes de Sedeño y la otra mitad de Ozzinema, Nagore Portugal, es casi inabarcable. “Queremos arriesgarnos y seguir evolucionando, por lo que hemos diseñado un trimestre potente”, explican, apuntando hacia una dirección al margen del circuito habitual de cineclubes: “Ponemos todo por nuestra parte para no acomodarnos ni socialmente ni culturalmente”.

Fruto de esa no comodidad surgirán algunas de las citas de su calendario de aquí a diciembre con un nombre por encima de todos: Charlie Kaufman. El guionista, director y hasta novelista estadounidense tendrá el honor de protagonizar una de las inquietudes que llevaban tiempo queriendo materializar como es la de las retrospectivas contemporáneas. “Es algo que llevamos tiempo trabajando y que quizás no se presta tanta atención”, cuenta Sedeño.

En total, en los próximos meses se podrán ver tres filmes surgidos de la cabeza del genial creador: Adaptation. El ladrón de orquídeas (escrita por él y filmada por Spike Jonze), Anomalisa (el filme de stop motion que codirigió con Duke Johnson) y ¡Olvídate de mí! (la cinta de Michel Gondry que protagonizaron Jim Carrey y Kate Winslet).

A estas propuestas habrá que sumar una proyección de terror en octubre como adelanto de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia y “uno de los títulos más aclamados del último festival Dock of the Bay”.

Diseñar un programa tan misceláneo solo es posible sabiendo que detrás hay “una fidelidad absoluta” que ha quedado más que patente con la pandemia y las restricciones. Durante la última temporada, a pesar de no contar con ningún sold out, medio centenar de espectadores pasaron de media por cada una de las sesiones.

El ciclo de verano, también organizado por ellos y con proyecciones en diferentes barrios de la villa galletera, no ha sido menos. Y, aunque las propuestas más familiares se han llevado la palma, citas con películas tan poco asociables al cine al aire libre como La caza, de Craig Zobel, demuestran que un cineclub “no es solo entretenimiento, es también trabajar una cinefilia”.

Con esta actitud continuarán las siguientes semanas recuperando además su día habitual, los martes, perdido el último año por el cierre de los cines Niessen ese día fruto de las restricciones, y con el mismo precio de cuatro euros por sesión.

Además, como novedad, Ozzinema incorpora este año la venta de entradas online, una petición de los organizadores al Ayuntamiento de Errenteria y de los propios espectadores desde hacía mucho tiempo. “Si una cosa buena nos ha dejado la pandemia es que ha hecho avanzar la venta online”, confiesa Sedeño, que adelanta que la recogida de tiques continuará en las siguientes proyecciones en un formato híbrido entre lo virtual y lo físico. “Nos da pena que perdamos las entradas personalizadas que hacemos para cada sesión, pero ya tenemos una idea que creo que gustará mucho”, añade. Las propuestas fuera de la norma no terminan en Ozzinema.

“Queremos seguir evolucionando, por lo que hemos diseñado un trimestre potente”

“Esperamos que la gente se solidarice con las salas que tan mal lo están pasando con los aforos”

Organizador de Ozzinema