rimeras páginas, primeros compases, primeras imágenes, primeros capítulos... Es todo lo que necesitamos para averiguar si un libro, disco, película o serie merece nuestra elección. Los creadores saben lo importantes que son los episodios iniciales. Las editoriales diseñan portadas, solapas y títulos impactantes como estímulo. El cine inventó el tráiler, colosal obra de síntesis. Los productores de seriales juegan la baza de la intriga para crear una continuidad adictiva. Ya lo hacían los tebeos de El Capitán Trueno, El Jabato y otras publicaciones de dibujos para que los niños de los 60 compráramos cada semana las aventuras de nuestros héroes de papel. Y mucho antes fueron los folletines, soportes de grandes relatos de Balzac, Dumas, Víctor Hugo, Dickens, Salgari y Dostoievski. Todo estaba inventado y ahora es lo mismo: el enganche emocional.

En la tele los fracasos son muchos más que los éxitos y de ahí su vertiginosa renovación. Hasta el purísimo Steven Spielberg, antes enemigo mortal de las plataformas digitales, acaba de contratar con Netflix varias películas. También Kate Winslet, la mítica estrella de Titanic, ha entregado su talento a Mare of Easttown, serie de HBO, encarnando a una amargada policía de un pueblo perdido de Pensilvania repleto de miserias, jóvenes asesinadas, familias rotas, suicidios y amores sin ternura. Por su atrevimiento, los pontífices del cine, tan machistas, la han crucificado por su imagen fea y gorda, lejos de la Rose monumental que posó en traje de Eva para DiCaprio. Fue hace 25 años.

Sigan el método. Vean primeros capítulos, lean primeras páginas y escuchen primeros compases antes de decidirse por sus series, libros y música. Se ahorrarán decepciones. Y después vean últimos capítulos, lean últimas páginas y oigan últimos compases para una elección más certera... y divertida.