- Es oficial. La pareja de la década se divorcia. Tras meses de constantes rumores Kim Kardashian pidió formalmente el divorcio al rapero Kanye West poniendo final así a un matrimonio de seis años entre dos de las estrellas más importantes del siglo. El impacto de la noticia en Estados Unidos, un país sin realeza pero propenso a tratar a sus celebridades como si lo fueran, es similar al que tuvo en su día la ruptura entre Brad Pitt y Angelina Jolie, con una diferencia: ellos pertenecían a la élite de Hollywood mientras que Kim y Kanye eran los reyes de las redes sociales.

Hasta entonces ninguna pareja había estado tan expuesta. El modelo tradicional de rentabilizar una unión entre dos estrellas se basaba en apariciones públicas estudiadas, fotografías robadas por los paparazzi y alguna exclusiva pactada. Pero Kim Kardashian encontró en Instagram una mina que explotar para compartir directamente sus momentos familiares, ya fuera una de sus primeras cenas románticas, la foto en el espejo del baño mostrando su embarazo o un vídeo tras ser víctima de un robo.

En pleno 2012, la unión del músico y la estrella del clan Kardashian era perfecta para la cultura popular. Por un lado, ella era la influencer por antonomasia, ejemplo a seguir para toda una generación de famosos surgidos en las redes sociales. Aprendió de la primera “famosa por el hecho de ser famosa”: Paris Hilton. Y tras años como su asistente, la filtración de un vídeo sexual y el estreno de un reality show familiar pusieron su nombre en el mapa.

La fama de Kanye West, en cambio, era más convencional. Está considerado uno de los raperos más importantes de la historia gracias a discos como My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010) o Yeezus (2013), pero sus polémicas terminaron por eclipsar la imagen de músico de culto.

En realidad se conocían desde 2003, cuando coincidieron en una sesión de grabación (ella salía con un productor) y él quedó prendado de ella. A partir de 2012 comenzaron a dejarse ver en pasarelas de moda, partidos de la NBA y alfombras rojas de premios. El público había asistido a la colisión de dos astros mediáticos. Si faltaba morbo a su historia de amor, se encargaron de incluirlo. En junio de 2013 la pareja anunciaba que esperaban su primera hija, llamada North West en un alarde de creatividad, justo un día antes de que ella terminara su divorcio de Kris Humphries (72 días de casados y casi 20 meses de ruptura).