a galería Arteko de Donostia, en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV/EHU, propuso a un grupo de artistas durante el confinamiento que realizaran una serie de propuestas en torno a su “hábitat” vital y sus posibles transformaciones y posibles “sueños” a futuro.

El mundo se paró, pero la creación siguió su curso y los artistas confinados continuaron realizando obras de arte, asegura su comisario Ander Ushijima. La galería se transformó en el interior de una vivienda con su balcón, cuarto de estar, váter, escritorio, dormitorio, y sala de estar, y se llenó de obras de arte propuestas por los artistas que acudieron a su cita.

Cabeza de mujer triste y ensimismada, realizada con teselas y objetos incorporados, contempla la calle vacía y desolada, y es obra de Mari Jose Rekalde. Ekain Olaizola presenta un balcón-jaula racionalista, desde el que contemplar la fría realidad que nos invade.

Jaime de los Rios realiza un jugoso vídeo instalación que ofrece formas y colores abstractos en movimiento continuo, acompañado por dibujos geométricos trasladados del Jardín de las delicias. Gorka Chillida presenta un tríptico de dibujos orgánicos, cargados de buen hacer y equilibrio, en torno a diversos núcleos entre sí relacionados.

Arteko House ha realizado una maqueta interactiva de la galería-vivienda, ejecutada en colaboración con el FAB LAB de la ETSA de la UPV/EHU y Aitor Ochoa. Se trata de una pantalla gigante que retransmite en directo lo que sucede en ambos espacios. Planos de casas de jóvenes arquitectos, realidades y “sueños”, enviados desde todo el mundo, ocupan el escaparate de la galería, de Covid Study Houses. Mari Puri Herrero cuelga dos pequeños formatos de carácter simbólico e intenso colorido sobre el dentro y fuera de la arquitectura. Roskow traza un expresivo friso urbanita cargado de paseantes y arquitecturas emblemáticas inventadas, junto a un creativo y surrealista vídeo en torno a la ciudad y sus estrafalarias criaturas: Maravillosa España.

Detritus dibuja en expresivo blanco y negro quince ilustraciones para el relato de Dorleta Ortiz de Elgea, Un cadáver delicioso, y Dora Salazar ofrece su mujer-casa en homenaje a Luise Bourgeois. Jonathan Rodrigo realiza una fotografía en la que el ser humano percibe el paso del tiempo: presente, pasado y futuro. Angel Peris ofrece cuatro exquisitas tintas realizadas sobre Maizales durante su cuarentena en Hangzhou (China).

Ramón Zuriarrain ejecuta una divertida y gamberra serie de acuarelas sobre personajes travestidos de la vida pública: Juan Carlos, Leticia, etc… y Joxan Iza sigue trazando ciudades y espacios habitables, “miradores” entre el consumo y las nuevas tecnologías. El tándem Arquimaña ofrece la posibilidad de construirnos nuestra propia bicicleta de madera para caminar sobre la ciudad.

Albert Lekuona plasma una sobria estructura de vivienda con finas manchas de color que vuelan sobre ella a manera de tormenta. Patxi Zapirain ofrece unos troncos brutalistas como símbolo de existencia y posibilidad de recuperación futurista. Y Violeta García nos recuerda con sus textos y collages sobre la vivienda y sus posibilidades de trasformación del ser humano, las ciudades y el mismo planeta. Ciertamente, hay mucho que ver y que disfrutar en esta excelente y sorprendente muestra.