Dirección: Nils Tavernier. Guion: Laurent Bertoni, Fanny Desmares, Nils Tavernier. Reparto: Jacques Gamblin, Laetitia Casta, Florence Thomassin, Bernard Le Coq, Natacha Lindinger, Zelie Rixhon, Eric Savin, Louka Petit Taborelli, Aurélien Wiik. Género: Drama. País y duración: Francia (2018), 105 min.

rancia, finales del siglo XIX. Joseph Ferdinand Cheval, un cartero que recorre diariamente las aldeas de su región, se marca un casi utópico objetivo: construirle a su hija un palacio. Y con sus propias manos. Lo hizo. 33 años tardó el galo en dar forma a una obra que fue en 1969 declarada Monumento Histórico y que es considerada como un referente en el arte marginal. Esta historia de empeño y superación salta ahora a la gran pantalla con El palacio ideal, el biopic de la figura de Joseph Ferdinand Cheval que dirige Nils Tavernier y que protagonizan Jacques Gamblin y Laetitia Casta.

Si bien para muchos resulta desconocida la figura del cartero Cheval, su perseverante trabajo despertó la admiración de artistas referentes como André Breton o Pablo Picasso y su obra es más que reconocida en Francia. "Es la historia de un hombre que a base de obstinación y tenacidad realiza su sueño", explica el director del filme, Nils Tavernier. Así, la película retrata, con calmado ritmo, cómo Joseph conoce a Philomène y de su unión nace Alice, a quien éste decidirá construirle un palacio. Y lo hará con las piedras que recoge diariamente, mientras trabaja como cartero.

El valle de Drôme, en la región francesa de Auvernia-Ródano-Alpes, es el lugar en el que transcurre la historia, donde los paisajes son parte vital en los viajes e idas y venidas del cartero. "Joseph es un hombre poco hablador, aparentemente más relajado en la naturaleza y que termina encontrando un fabuloso modo de expresión a través de la construcción de su palacio", explica Tavernier sobre un personaje que encarna Jacques Gamblin. El intérprete, que ya trabajó con el director francés en Con todas nuestras fuerzas (2015) comparte matrimonio en pantalla con la reconocida Laetitia Casta. Será a ella, pero en especial a su hija a quien dedica su perseverante obra.

El rodaje del largometraje se llevó a cabo en el palacio real, por lo que tuvieron que adaptarse a las medidas requeridas para rodar en un lugar clasificado como Monumento Histórico. Además, dado que la película retrata la construcción de la obra de principio a fin, fue necesario hacer uso de fondos croma para poder reconstruir el inicio de la edificación del palacio. Un proceso que ilustra la propia fotografía del filme, cuya paleta de colores evoluciona y se adapta al momento en el que la edificación del palacio se encuentra, porque el propio personaje irá avanzando emocionalmente a la par que su obra.

"Entras en la película lentamente, como cuando te deslizas en el agua de un río y luego te embarcas en un torrente", asegura Tavernier sobre ese periplo que recoge el filme, cuyo hilo conductor es la relación de la familia, capitaneada por un Cheval que, piedra a piedra, demostró que con constancia, los imposibles no lo son tanto.