Dirección: François Ozon. Guion: François Ozon. Reparto: Benjamin Voisin, Félix Lefebvre, Philippine Velge, Melvil Poupaud, Valeria Bruni Tedeschi, Samuel Brafman-Moutier, Isabelle Nanty, Aurore Broutin, Philippine Veerman. Género: Drama. País y duración: Francia (2020), 100 min.

n verano, la costa de Normandía y dos amigos arrastrados por la intensidad y la inocencia que conlleva el primer amor. Y todo ello con los años 80 como telón de fondo, banda sonora de la época de por medio. Así es el viaje, a ratos nostálgico, que François Ozone propone en Verano del 85. Un periplo cinematográfico que además coqueteará con temas universales como la vida y la muerte, bajo la perspectiva de dos adolescentes que precisamente viven ese verano como si fuesen inmortales. La película, la número 19 del realizador francés, llega a las salas de cine tras su paso por el Zinemaldia de San Sebastián, donde compitió en Sección Oficial, con buenas críticas.

Se trata de una libre adaptación de la novela Dance on my grave, de Aidam Chambers, que él propio Ozon leyó cuando era prácticamente un adolescente, al igual que los protagonistas de la historia. Pero, ¿por qué llevarla ahora, y no antes, a la gran pantalla? "Las películas se hacen cuando deben hacerse y fue necesario que la historia madurado en mi interior para que supiera cómo contarla", explica el director de filmes como Joven y Bonita (2013) y En la casa (2012) . De ahí que confiese que, de alguna manera, "la película contiene la realidad del libro y también el recuerdo de lo que sentí cuando lo leí".

Verano del 85 arranca cuando Alexis, a punto de cumplir 16 años, casi se ahoga al volcar su barco en la costa de Normandía, pero David, de 18 años, le salva heroicamente. Éste será el punto de partida de una relación intensa, marcada por los impulsos y por el riesgo, y en la que Alexis irá creciendo, conociéndose tanto a sí mismo, como a la propia vida.

La relación especial que surge entre Alexis y David y la inocencia que conlleva el enamorarse por primera vez -ingenuidad que puede recordar a películas como Call Me By Your Name- guía el filme, pero Ozon defiende que el hecho de que sean dos chicos no es el tema de la película, ya que él ha filmado "un romance entre dos chicos de un modo muy clásico, sin ironía, para hacer una historia de amor universal".

En ese sentido, Benjamin Voisin, el joven actor que interpreta a David, explica que la película va más allá de las nociones de género, ya que no busca reivindicar algo: "Dos personas se conocen, se llevan bien y se aman, da igual que sean dos chicos, dos chicas o una chica y un chico". Su compañero de reparto, Félix Lefebvre, resume Verano del 85 como un canto a "la torpeza de las primeras veces, los descubrimientos, el primer amor, hacerse hombre, superar los miedos...".

Eso sí, la película va más allá de la crónica del primer amor y bebe del suspense par acercarse al thriller: arranca con la aparición de un cadáver que detona una posterior reconstrucción de hechos, en la que se creará ciertas pistas falsas para que sea el espectador quien deba elegir qué camino seguir. Porque a la par que avanza el metraje, el más luminoso de los veranos se verá amenazado por la amenaza de nubarrones que podrían desatar la peor de las tormentas para sus protagonistas.

Como si de una cápsula del tiempo se tratase, Verano del 85 es también cierto homenaje a los años 80. Rodada en negativo para ser fiel a la estética de la época -"me gustó poder regresar al súper 16, formato que utilicé en mis primeros cortos", asegura Ozon- la película cuenta con una banda sonora donde no faltan canciones de bandas míticas como The Cure. Asimismo, Alexis y David, escuchan música en walkman, bailan bajo bolas de espejos colgadas del techo de discotecas... "Nos inspiramos mucho en las películas americanas de la época", reconoce el realizador sobre el trabajo realizado en cuanto a vestuario y decorados.

Un pasaporte para revivir aquella década junto a la evocación del primer amor, de la adolescencia y del hacerse mayor. Así lo resume una frase del filme: "Sólo cuenta escapar, de una forma u otra, de la propia historia". Pero, ¿será suficiente un sólo verano?