- El saxofonista y flautista Jorge Pardo es uno de los músicos de jazz más importantes del Estado. Tiene a sus espaldas una carrera de cuatro décadas y ha colaborado con grandes artistas, aunque él asegura que son muchas más las cosas que no ha hecho que la larga lista de las que sí ha llevado a cabo.

Pardo compareció ayer en Donostia, como uno de los protagonistas de la 55ª edición del Jazzaldia y como uno de los tres músicos galardonados este año con el premio con el que el Festival reconoce las trayectorias de los grandes.

Se mostró agradecido del “regalo” que le han traído este año “los Reyes Magos en julio”, una distinción que él recogerá mañana sobre el escenario del Kursaal y que los pianistas Chano Domínguez e Iñaki Salvador recibieron el miércoles y jueves, respectivamente.

Pardo agradeció el esfuerzo que ha hecho la organización de un Festival que ha visitado en seis ocasiones anteriores por “construir este sueño anual” en unas circunstancias como las de la pandemia de la COVID-19, en que se ha visto obligada a modificar la programación prevista y recurrir a músicos que pudieran viajar a Donostia sin problemas.

En su caso, se presenta con un programa doble. En la noche de ayer actuó en la Plaza de la Trinidad con el bajista Carles Benavent y el batería Tino de Geraldo, y hoy lo hará en el Victoria Eugenia con Iñaki Salvador, el contrabajista Gonzalo Tejada y el batería Borja Barrueta, tres músicos con lo que ya ha colaborado, aunque será la primera vez que se reúnan los cuatro en el escenario.

Son muchas cosas en las que ha curioseado este referente del flamenco jazz, Premio Nacional de Músicas Actuales en 2015, que ha tocado con Paco de Lucía, Chick Corea, Camarón, Tete Montoliu y Gil Goldstein, entre otros “200 o 300 nombres”, pero “muchísimas más” en las que aún no ha indagado y le gustaría.

“Si recopilamos todas las cosas que he hecho, sería una lista increíblemente larga. Bueno, pues más larga es la de lo que no he hecho, muchísimas cosas que tienes en la cabeza, inquietudes que no has podido realizar por la simple falta de tiempo, y a veces de dinero. Nunca he recibido grandes ayudas económicas, ni públicas ni privadas, con lo cual eso muchas veces me ha impedido hacer proyectos grandes”, señaló.

Ha añadido que si pudiera disponer de “una buena producción”, probablemente recurriría “a un buen arreglista y a una buena orquesta para seguir haciendo música”.