- Tobacco Days emprende una nueva aventura o la misma, según se mire; eso sí, con un renovado entusiasmo fiel siempre al mismo espíritu. Esta librería, que junto a otras pequeñas iniciativas privadas acercaban Tabakalera al ciudadano suavizando su preponderante imagen institucional, ha mudado de piel. Inés García no despachará más libros en la planta baja del Centro Internacional de Cultura Contemporánea; a partir de ahora lo hará en un acogedor local de dos plantas que se sitúa en la calle Secundino Esnaola, enfrente del Trueba. Cambia de ubicación, sí, pero Tobacco Days seguirá “vivo”, manteniendo el mismo espíritu, al tiempo que se “adaptará” al nuevo lugar. La librera, que se encuentra “ilusionada” y a la vez “expectante”, espera poder abrir en los próximos días; le falta recibir la licencia. En este sentido, espera que el negocio esté en marcha para el próximo día 23, cuando se celebrará el Día del Libro, retrasado desde abril.

Durante estos tres años en Egia, Tobacco Days ha logrado su lugar entre las librerías de Donostia. Con una cuidada selección de obras, atención cercana y actividades como clubes de lectura, García ha conseguido fidelizar a la clientela, crear “comunidad”. Al enterarse de que abandonaba su local en Tabakalera y ante el temor de que no volviese a abrir, muchos de esos fieles bibliófilos se pusieron en contacto con ella. “He recibido muchos mensajes para decirme que allá donde me fuese, ellos vendrían. Eso es muy emocionante”, asegura García, que estos días se encuentra terminando de montar su nuevo local y poniendo cada libro en la estantería que le corresponde.

Esta zarauztarra residente en Donostia comenta que siempre ha ido “a la contra”. En los tiempos en los que las librerías parecen abocadas a la desaparición, ella decidió abrir una. Fue en 2017. Ya tenía experiencia como librera. Había trabajado en Garoa en Zarautz y, posteriormente, en el local que abrieron en la calle Zabaleta de Donostia. “Vuelvo a las raíces”, bromea, haciendo referencia a que vuelve a Gros con su negocio.

García no se anda con ambages: sacar adelante una librería es “un proyecto muy bonito en el que trabajar”, pero es “duro”. Ella misma, compatibiliza la gestión de Tobacco Days con otros proyectos para “poder sobrevivir”. Aún así lo tiene muy claro: “Compensa”.

La decisión de salir de Tabakalera viene también motivada por razones económicas. La gerencia del centro pensado para impulsar el arte contemporáneo decidió mantener durante los meses de confinamiento el cobro de los alquileres de las iniciativas privadas en un edificio que permaneció cerrado. Aún más, pese a que las librerías del territorio abrieron el 15 de mayo, Tobacco Days tuvo que esperar casi un mes más a que Tabakalera abriese sus puertas.

Además, la poca programación del centro durante el mes de junio también dificultó las cosas. “Ver que tienes que abrir tu tienda en un edificio en el que no entra nadie es muy duro, se te cae el alma al suelo”, comenta, para después añadir lo siguiente: “Fue una decisión dura de tomar pero, si la librería tiene que seguir para adelante, debe ser en otro espacio”, comenta García.

Ese nuevo espacio es Gros, barrio en el que también reside la librera. “Sabía que este tenía que ser este barrio. La experiencia en Garoa aquí es preciosa, además al vivir aquí sé cómo funciona el barrio y las dinámicas que hay. Además, he visto que durante la cuarentena la vida de barrio ha sido muy real, que el consumo en comercios locales ha sido muy potente”, apunta, y resalta el compromiso de esos clientes fieles que durante el confinamiento le han escrito para pedirle libros a sabiendas que no podrían recogerlos hasta que se iniciase la desescalada.

“Tobacco Days cabe en tres furgos” tuiteó García hace unos días. “Más bien, en una furgoneta, pero en tres viajes”, ríe. Amiga de la banda Grises, Alejo Orbegozo le ofreció su vehículo para hacer la mudanza. Se traslada el material, también el espíritu, la selección cuidada y el trato cercano. Su nueva casa, además de contar con un escaparate en una calle muy transitada, también le va a permitir acceder a nuevos públicos, mientras mantiene a su clientela fiel.

La selección de Tobacco Days ha seguido siempre los criterios de su librera, sus intereses, y también ha estado influenciada, en cierto modo, por la propia Tabakalera y su actividad. “Me parecía mal traicionar la entidad que tiene la librería”, afirma, aunque no descarta adaptarse al entorno e incluir nuevas editoriales para el público más general. “Aunque la gente está acostumbrada a que Tobacco Days sea como es y viene a buscar la selección que hay. No habrá muchos cambios, siento decir”, vuelve a reír.

También mantendrá actividades como el club de lectura, que desarrollará en el espacio del primer piso, una habitación con un gran ventanal que da a la calle, “un espacio que invita muchísimo a que sucedan cosas”. Lo mismo que la librería entera.

Sin traicionar su espíritu, pero dispuesta a adaptarse a una nueva ubicación, Inés García última el montaje de su librería en Gros