on días complicados para los amantes del deporte. Una cosa es estar en casa las 24 horas del día, vale, eso está asumido, pero, ¿hacerlo sin poder ver deporte en directo por la tele? Para algunos y algunas eso puede ser un auténtico castigo. Esos sábados con balonmano, basket y cualquier partido interminable de tenis sobre tierra batida. Esos domingos que empiezan con la carrera de Fórmula 1, continúan con una clásica ciclista, siguen con el fútbol y acaban con la NBA. O esos martes y miércoles de Champions, o jueves y viernes de Euroliga. Pues todo eso se ha acabado por ahora. De cuajo. No hay nada de deporte en directo en la tele. Cero. Huts. Y a saber cuándo vuelve. Cabe la opción de ver eventos en diferido, pero reconozcamos que no es lo mismo. Así que puede ser un buen momento para apagar la tele, coger ese libro electrónico que está en el fondo del cajón de la mesilla, soplar para quitarle el polvo y dedicar unas horas a la literatura deportiva. Hay títulos para dar y tomar de cualquier deporte. Aquí va una pequeña selección de títulos para pasar largos ratos de entretenimiento. Todos ellos se pueden adquirir en formato digital a precios muy asequibles. Prometemos que merecen la pena.

Los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, concebidos a mayor gloria del régimen nazi, son recordados sobre todo por Jesse Owens, el atleta de raza negra que ganó cuatro oros. Pero aquella edición olímpica guarda otras historias como la que narra Daniel James Brown en Remando como un solo hombre. El remo era en aquella época un deporte de lo más popular en Estados Unidos, sobre todo entre los universitarios. Nueve chicos de la Universidad de Washington, después de muchos meses de duro entrenamiento, se ganaron la plaza olímpica y, ya en Berlín, superando muchos imprevistos, fueron capaces de lograr el oro. Una historia muy yanqui, de héroes e historias de superación, pero entretenida al fin y al cabo, y que saca a la luz una proeza deportiva poco conocida.

¿Cuál es el mejor equipo de la historia del deporte? La respuesta inmediata a esta pregunta que a muchos se les viene a la cabeza es la selección estadounidense de baloncesto que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Michael Jordan, Magic Johnson, Charles Barkley, Scottie Pippen, Karl Malone, Larry Bird... una impresionante constelación de estrellas formaba aquel equipo irrepetible. Manejar los egos fue lo más difícil para el seleccionador/entrenador, Chuck Daly, quien, una vez conseguido eso, no tenía mucho que hacer durante los partidos. "Los tiempos muertos eran muy raros. Chuck nos observaba un momento y finalmente decía: Muy bien, seguid así", rememora Magic Johnson en un extracto del libro escrito por JackMcCallum, de 363 páginas repletas de anécdotas e historias interesantes. Nunca es mal momento para conocer un poco más al Equipo de ensueño.

La autobiografía de Andre Agassi es ya un clásico de la literatura deportiva. Por la importancia del personaje -uno de lo más talentosos y carismáticos de la historia del tenis- y por la crudeza con la que expone sus sentimientos. Dice el exjugador estadounidense que de pequeño, obligado por su padre a golpear 2.500 bolas diarias, "odiaba" el tenis, pese a lo cual empieza a destacar muy joven. Con su imagen de chico rebelde gana su primera Grand Slam en Wimbledon 1992, lo que da pie a una trayectoria llena de altibajos, como una montaña rusa de emociones. En 1997 toca fondo tras separarse de Brooke Shields para empezar de cero jugando torneos menores y recuperarse de nuevo para volver a ganar torneos grandes. Su retirada, provocada por unos dolores de espalda tan fuertes que a veces le obligan a dormir en el suelo, cierra un libro de lo más interesante y que está escrito por J.R. Moehringer, autor, por cierto, de otros interesantes títulos al margen del deporte como El bar de las grandes esperanzas o A plena luz.

El Gran Premio de San Marino celebrado en Imola entre el 29 de abril y el 1 de mayo de 1994 es recordado como el fin de semana más trágico de la historia de la Fórmula 1, ya que sendos accidentes mortales provocaron las muertes del austriaco Roland Ratzenberger y el brasileño Ayrton Senna. Mucho más impactante resultó el fallecimiento de Senna, un mito del deporte por su condición de triple campeón mundial y por su personalidad, descifrada por el italiano Giorgio Terruzzi en La última noche de Ayrton Senna. Tras el accidente mortal de Ratzenberger en los entrenamientos del sábado, Senna se recluye en su habitación del hotel, donde rebobina su vida, desde sus inicios hasta sus títulos mundiales, poniendo en orden sus pensamientos, como si supiera que al día siguiente todo acabaría. Son 156 páginas en las que Terruzzi, periodista que seguía la Fórmula 1 y que tenía amistad con Senna, muestra al mito en su intimidad.

Brian Clough, jugador y entrenador inglés fallecido en 2004, es una de las grandes personalidades que ha tenido el fútbol británico. Sus éxitos -subió a dos clubes, Derby County y Nottingham Forest, de Segunda División a Primera y con el Nottingham llegó a ganar dos veces la Copa de Europa- se mezclaban con una personalidad arrogante y despótica, lo que hacía tremendamente difícil trabajar con él. En su trayectoria destaca también un breve paso -apenas 44 días- por el Leeds, entonces un club puntero, donde su estilo no cuajó. Todo fue mal allí y esas apenas seis semanas son narradas con todo lujo de detalles por David Peace, cuyo estilo, con frases cortas y mucha conversación, lleva el libro de 406 páginas a un ritmo vertiginoso, como la vida de Clough. Una lectura para disfrutar.

A la espera de saber en qué queda la temporada ciclista, con el Giro de Italia en el aire y dudas sobre la disputa del Tour de Francia, bueno es leer historias épicas de la Grande Boucle, terreno abonado para las heroicidades y los dramas sobre dos ruedas. Y para ello nada mejor que el libro del donostiarra Ander Izagirre, Plomo en los bolsillos. Un recorrido por la historia del Tour a través de varios relatos y 236 páginas que se hacen cortas. Destacan las historias de los primeros años de la carrera, por ejemplo la de la primera etapa de montaña, celebrada en 1910 y en la que los ciclistas subieron Peyresourde, Tourmalet, Aspin, Aubisque y D'Osquich, o la de una jornada montañosa por los Pirineos en 1926, en la que varios coches de la organización tuvieron que ir a buscar a cerca de 50 participantes cuyo paradero se desconocía. Uno de ellos, Henri Pélissier, expresó las dificultades que les ponían los organizadores diciendo una frase ya mítica: "Un día nos colocarán plomo en los bolsillos". En la línea de este título de Ander Izagirre está Forzados de la carretera: Tour de Francia 1924, una pequeña joya que no se puede adquirir en formato digital.

Lutz Eigendorf era la figura futbolística de la República Democrática de Alemania a finales de los años 70. Nacido en 1956, desde muy joven era ya la estrella del Dynamo de Berlín, equipo que dominaba la liga, y el jugador preferido de Erich Mielke, entonces jefe de la Stasi. Por si eso fuera poco, en su debut con la selección de la RDA metió dos goles que permitieron a su selección empatar frente a Bulgaria, lo que le sirvió para ganarse el apodo de El Beckenbauer del Este. Todo ello le servía para tener ciertos privilegios dentro del férreo sistema de la Alemania del Este. Además, estaba casado y tenía una niña pequeña. Parecía tenerlo todo -al menos dentro de la mentalidad de la Alemania del Este de entonces-, pero él se sentía "asfixiado" en ese régimen y tras un partido amistoso que su equipo había jugado contra el Kaiserlautern, escapa aprovechando que el autobús del equipo hacía una parada en Alemania Occidental para que los jugadores hagan alguna compra. Comienza así Todo lo que ganamos cuando lo perdimos todo, la novela de Eduardo Verdú sobre Lutz Eigendorf y su huida imposible.

El asturiano Jorge Egocheaga, uno de los poco más de 20 montañeros del mundo que ha subido todos los ochomiles sin oxígeno, resume sus experiencias en las grandes cumbres del Himalaya y el Karakorum en un excelente libro. Con una prosa que emociona. Egocheaga, poco amigo de aparecer en los medios, hace un repaso pormenorizado de su trayectoria, salpicada de alegrías y tragedias, y marcada siempre por su espíritu solidario. No en vano, el dinero recaudado por la venta del libro se destina a la educación de los niños del valle del Makalu. Egocheaga, médico de profesión, relata también la altruista labor que realiza para mejorar la salud en una de las zonas más desfavorecidas del planeta.