donostia - La segunda edición de la Bienal de Arquitectura Mugak se va a clausurar con éxito. No en vano, 45.000 personas han asistido al centenar de actividades que se han programado desde el pasado 10 de octubre hasta la fecha -las muestras permanecerán abiertas hasta mañana-. Esta cifra supone un aumento de un 50% de los asistentes -15.000 personas más- con respecto a la primera edición, que se celebró en 2017.

El comisario de Mugak, Pedro García Astigarraga, acompañado por el consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, y el director de Vivienda y Arquitectura, Pablo García Astrain, comparecieron ayer en el Instituto de Arquitectura de Euskadi situado en el convento de Santa Teresa de Donostia para hacer balance de una edición que ha arrojado datos "muy positivos", según sus responsables.

Esta segunda edición, con un marcado carácter internacional encarnado por nombres relevantes de la arquitectura contemporánea como Stephen Bates (Reino Unido), Klaus Klemp (Alemania), Tatiana Bilbao (México) o el premio Pritzker Álvaro Siza (Portugal), también se ha caracterizado por las intervenciones en la calle con las que los ciudadanos parecen haber "conectado".

Los viandantes han tenido la oportunidad de toparse, por ejemplo, con la reproducción a tamaño real de uno de los cápsula-vivienda de diez metros cuadrados de la polémica Nakagin Tower de Tokio. Este cubículo se instaló junto al Náutico, mientras a que unos pocos metros, en la plaza Zuloaga, se colocó otra de las instalaciones públicas de esta edición: Muga un conjunto de escaleras de madera construidas por personas migrantes que consiguieron rebasar la frontera de Melilla.

exposiciones Además de conferencias y charlas -han participado 115 conferenciantes de Europa, América y Asia en 52 jornadas-, la segunda Bienal Mugak se ha caracterizado por importantes exposiciones -un total de 20-, algunas de producción propia como es el caso de Diseño de sistemas: la Escuela de Ulm y la compañía Braun, que se dividió entre el Museo San Telmo y el Instituto Vasco de Arquitectura, y que analizó la influencia de la escuela en la arquitectura y diseño tras la Segunda Guerra Mundial y la aplicación de sus planteamientos en empresas como Braun. La muestra, comisariada por Guillermo Zuaznabar, reunió, por primera vez, 150 objetos provenientes de los tres fondos documentales alemanes vinculados a la empresa y a la escuela.

Desde tierras germanas hasta Euskadi, el propio Zuaznabar ha sido el curador de Orain Diseinua! una muestra que se instaló en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera y que ha tratado de dar de ser el primer paso en la respuesta a la pregunta ¿Qué es el diseño vasco?

En una clave más local y aprovechando el 20º aniversario de la construcción del Kursaal, el propio auditorio acogió la exposición Solar K, una instalación de 21 maquetas, desarrollada por cuatro alumnos de la UPV/EHU bajo la supervisión de Mario Sangalli del Archivo Peña Ganchegui, sobre las propuestas no ejecutadas para ese espacio sobre el que se impuso la idea de Rafael Moneo, otro Pritzker que también ha participado en Mugak.

En la primera edición, la asociación Áncora firmó la exitosa La ciudad que perdimos y en esta ocasión ha organizado otra exhibición denominada Parte Vieja y puerto, conjunto monumental e instalada en el convento de Santa Teresa. - N.G.

45.000

La segunda edición de la Bienal de Arquitectura Mugak, que concluirá mañana, ha contado con 45.000 asistentes en su centenar de actividades, un 50% más que en 2018.

115

Repartidos en 52 jornadas y conferencias, 115 conferenciantes han tomado parte en charlas en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba.

20

Los platos fuertes de la Bienal Mugak han sido sus exposiciones en varias sedes de la ciudad como San Telmo y el Instituto de Arquitectura de Euskadi. Diseño de sistemas: la Escuela de Ulm y la compañía Braun fue una muestra creada expresamente para la Bienal.