donostia - Zugzwang (Tabula Rasa), el sexto disco de Willis Drummond, es ya, por derecho, uno de los mejores álbumes de rock de 2019. El trío ha grabado su álbum más arriesgado y complejo, con el añadido de sintetizadores y metales a sus fieras guitarras, con apoyo de Anari y el telón de fondo de la actualidad. “Es un disco sobre nuestras vidas e inquietudes ante la crisis social, política y ecológica”, explica el trío.

¿Cuál es el papel del músico hoy? ¿Y el del rock’n’roll? Esas son algunas de las preguntas que se han hecho ante Zugzwang, que surge de reflexionar sobre el compromiso y las prioridades, y que plantea un mundo en decadencia. “Mundua joan behar da ospitalera”, se oye en Bigarren aukera, entre otros versos que aluden a la mentira de las redes sociales, oceános que lloran, noches oscuras, emigrantes ahogándose, miseria...

“Es un disco muy anclado en 2019, con temas que reflejan nuestras vidas e inquietudes cotidianas”, según el compositor y batería del trío, Félix Buff. “Vivimos en una época muy dura a nivel social, política y ecológica”, indicó. El vocalista, Jurgi Ekiza, reincidió en el “carácter social” de las diez canciones, alimentadas por las elecciones en Francia y los chalecos amarillos, y con conexiones con Catalunya. “Nos hacemos preguntas ante esta crisis que azota a Francia, el Estado español y a toda Europa, y ante la nueva dimensión del feminismo”, apostilló.

Zugzwang, que en alemán significa “obligación de moverse”, es “nuestro disco con mejor sonido”, según el grupo, que ha “movido ficha” con un disco ambicioso y rico en lo sonoro, añadiendo sintetizadores, trombón y saxofón a algunos temas. Anari, Igor Telletxea y Joseba Irazoki colaboran en el disco.

El trío estará en la Azoka de Durango, donde firmarán discos todos los días, y actuarán el 5 de diciembre. El 17 de enero actuarán en el Kafe Antzokia y el 31 en Biarritz, en Atabal, antes de realizar giras por Japón y Australia en febrero, y pasarse por Barcelona y Madrid en marzo. - A. Portero