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Un Atxaga que desea abandonar la novela recibe el Premio Nacional de las Letras

El jurado destaca su “fundamental” contribución a la modernización e internacionalización del euskera y el castellano

Un Atxaga que desea abandonar la novela recibe el Premio Nacional de las Letras

donostia - El autor más internacional y traducido de las letras vascas, Bernardo Atxaga (Asteasu, 1951) ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras 2019, otorgado por el Ministerio de Cultura. El galardón se dio a conocer ayer, casualmente, el día en el que el escritor (Joseba Irazu es su nombre real) inauguró Literaktum, el festival de literatura de Donostia, con una charla sobre su última novela, Etxeak eta hilobiak (la versión en castellano saldrá a la venta el próximo mes de febrero), en la casa de cultura Ernest Lluch.

En este caso, no hay que entender el adjetivo última como la más reciente de las obras, sino como su ficción larga final. No en vano, el célebre autor de Obabakoak y Gizona bere bakardadean ha declarado en repetidas ocasiones, desde la presentación de este trabajo a mediados de octubre, que, pese a que no dejará de escribir, quiere que sea su postrera novela.

Atxaga ha sido reconocido con este premio cuando se cumplen 47 años desde la publicación de su primera producción literaria en euskera: Borobila eta puntua, una obra dramatúrgica que se recogió en la antología Euskal Literatura 72, publicación dirigida por el poeta Gabriel Aresti.

En este medio siglo, el asteasuarra ha abordado multitud de géneros, sobre todo en euskera, pero también en castellano, desde la citada novela hasta la literatura infantil, pasando por los relatos, la poesía, el ensayo y el teatro, además de otros formatos híbridos que encajaban en las vanguardias literarias vascas.

No solo eso, en este tiempo ha ido escribiendo “notas” en los “márgenes” de sus cuadernos, ideas germinales que nunca ha llevado a cabo y sobre las que ahora le gustaría volver. “Tengo que repasar lo que ha ido quedando en los márgenes y ver si me da pie para hacer cosas nuevas. Es como recoger la cocina. Y el Premio Nacional de las Letras viene a la hora en la que voy a ver qué hay por los rincones de la cocina y qué hago con lo que encuentro por ahí”, reconoció ayer el autor en una entrevista concedida a la agencia Efe con motivo del galardón.

El Premio Nacional de las Letras, dotado con 40.000 euros, es concedido por el Ministerio de Cultura y destaca “el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual”.

En este sentido, a la hora de otorgar esta distinción, el jurado ha puesto en valor la “fundamental” contribución de Atxaga “a la modernización y a la proyección internacional de las lenguas vasca y castellana, a través de una narrativa impregnada de poesía en la que ha combinado de una manera brillante realidad y ficción”.

de la vanguardia a obaba A la obra vanguardista Ziutateaz (1976) le seguiría dos años después el poemario Etiopia, obra enmarcada en la producción del movimiento literario Pott Banda al que, además de Atxaga, pertenecieron Joseba Sarrionandia, Joxemari Iturralde, Jon Juaristi, Manu Ertzilla y Ruper Ordorika. Precisamente, el de Oñati convirtió los poemas del de Asteasu, que se hicieron en el año de su publicación con el primer Premio de la Crítica de Poesía en Euskera, en canciones de su primer disco, Hautsi da anphora (1980).

El salto y la consagración llegó una década después con la publicación del conjunto de relatos Obabakoak en 1988, en la que convirtió la idea de la imaginaria Obaba -trasunto de su localidad natal- en un lugar casi tangible de la realidad vasca. Obabakoak se lo llevó todo: el Euskadi de Literatura, el Premio de la Crítica, el Nacional de Narrativa, el Millepages de París y quedó finalista en el European Literary Award. Además, en este tiempo ha sido traducido hasta a 26 idiomas -el conjunto de la obra del escritor se puede leer hasta en 32 lenguas-.

Ya había transitado por las calles de Obaba en trabajos anteriores como en Sugeak txoriari begiratzen dioenean (1984), que se hizo con el Premio de Literatura Ciudad de San Sebastián, Bi letter jasó nituen oso denbora gutxian (1984) o Bi anai (1985). Años después volvió a esas mismas vías con intención de cerrar un ciclo: fue en 2003 con Soinujolearen semea.

Curiosamente, la mayoría de narraciones ambientadas en Obaba han sido adaptadas al cine: Pello Varela convirtió Sugeak txoriari begiratzen dioenean en un cortometraje llamado Aitona Martin eta Biok en 2004 y, un año después, Montxo Armendáriz rodó Obaba, protagonizada por Bárbara Lennie y Juan Diego Botto, basándose en unos pocos relatos de Obabakoak. En 2011 llegó Bi anai de la mano de Imanol Rayo, mientras que la última adaptación ha corrido a cargo de Fernando Bernués, que este 2019 ha estrenado Soinujolearen semea, después de haber sido también el encargado de levantar la versión teatral de esta misma novela en 2012.

literatura “política” La actriz y directora Aizpea Goenaga también adaptó, en este caso para la televisión, Zeru horiek, la novela escrita en 1995 y que supuso el segundo acercamiento de Atxaga a la literatura “política” y a abordar narrativas que tenían que ver con el terrorismo de ETA, después de la publicación en 1993 de Gizona bere bakardadean, que se llevó el Euskadi de Plata de Literatura y el Premio de la Crítica -la trilogía concluyó con la citada novela de 2003-.

“Mi primer libro político lo publiqué hace 20 años, cuando la violencia todavía estaba presente: yo ya estuve en el primer plato y los postres no me interesan mucho”, afirmó ayer Atxaga en unas declaraciones a Europa Press, después de ser preguntado por el boom que ha supuesto la publicación de Patria, del donostiarra Fernando Aramburu.

otros géneros Además de ficciones impregnadas con pinceladas autobiográficas como Nevadako egunak (2003) y de ensayos como Lekuak (2005), Markak. Gernika 1937 (2007) sobre el bombardeo de la villa vizcaina o Ordago-Hor dago (2018), coescrito con Joxemari Iturralde sobre Pío Baroja, el también miembro de Euskaltzaindia y Jakiunde ha sido un prolífico autor de literatura infantil y juvenil.

Entre los trabajos destinados a los más pequeños de la casa, destacan los cuatro libros publicados por Erein en los 80 bajo el título de Siberiako ipuin eta kantak, y dos sagas protagonizadas por cánidos: la de Xola y la de Bambulo. - N.G.

1984. Bi letter jaso nituen oso denbora gutxian.

1984. Sugeak txoriari begiratzen dionean.

1985. Bi anai.

1988. Obabakoak.

1991. Behi euskaldun baten memoriak.

1993. Gizona bere bakardadean.

1995. Zeru horiek.

1996. Sara izeneko gizona.

1996. Cuentos apátridas

2003. Soinujolearen semea.

2004. Teresa, poverina mia.

2009. Zazpi etxe Frantzian.

2013. Nevadako egunak.

2019. Etxeak eta hilobiak.

1978. Etiopia.

1986. Henry Bengoa Inventarium.

1996. Nueva Etiopía.

2012. Paradisua eta katuak.

2002. Alfabeto sobre la literatura infantil.

2005. Lekuak.

2007. Markak. Gernika 1937.

2014. Txoriak kolpeka.

1994. Lezio berri bat ostrukari buruz.

1979. Nikolasaren abenturak eta kalenturak.

1979. Ramuntxo detektibea.

1982. Chuck Aranberri dentista baten etxean.

1982. Siberiako ipuin eta kantak: Antonino Apretaren istorioa.

1984. Siberiako ipuin eta kantak: Asto bat hypodromoan.

1984. Siberiako ipuin eta kantak: Jimmy Potxolo.

1984. Siberiako ipuin eta kantak: Txitoen istorioak.

1987. Astakiloak Arabian.

1991. Flannery eta bere astakiloak.

1993. Astakiloak jo eta jo.

1995. Mundua eta Markoni.

1995. Xolak badu lehoien berri.

1996. Xola eta basurdeak.

1997. Markonitar handien ekintza handiak.

1998. Bambulo: Lehen urratsak.

1998. Bambulo: Krisia.

1999. Bambulo: Ternuako penak.

2000. Xola ehitzan.

2004. Xola eta Angelito.

2015. Xola eta lapurra.