“Vamos a poner a la playa muy a tono para bailar”
La banda catalana Dorian será el plato principal de hoy en el Escenario Verde (23.30 horas), donde repasará sus hits y presentará su último álbum, ‘Justicia universal’
Donostia - ¿Existe la justicia universal?
-No, por eso tenemos que tratar de encontrarla entre todos. Cuando estábamos componiendo este álbum nos encontramos con que estaban pasando muchas: los movimientos sociales han salido a la calle, ha estallado también el movimiento feminista en muchos países del mundo en el último año y medio, y nos encontramos también con un gran rechazo hacia actitudes como las racistas, que han intentado volver a la política. Imbuidos en este clima de confrontación entre lo que son las viejas fuerzas reactivas y lo que podría ser el alumbramiento de un mundo nuevo, quisimos poner nuestro granito de arena y titular nuestro álbum Justicia universal.
¿Lo han planteado como un álbum de crítica política?
-Por un lado, es un álbum que tiene temas políticos, como el que da nombre al disco, que habla sobre la corrupción y sobre el peligro del cambio climático. Pero, por otro lado, también hemos intentado reflejar ciertas dinámicas sociales. Por ejemplo, una de las cuestiones que se repite es la soledad urbana: cada vez vivimos en ciudades con más población, estamos más conectados a través de Internet, pero si te das una vuelta por el mundo te das cuenta de que la gente nunca ha estado más sola. Este tema queda reflejado en canciones como Noches blancas o Duele.
La canción ‘Justicia universal’ es bastante pesimista.
-No es pesimista, es realista. Lo que traté de reflejar en su letra es lo íntimamente ligado que está el neoliberalismo con la destrucción del planeta. El neoliberalismo es la doctrina que excita la parte más vil y egoísta del ser humano, la que nos ha traído a Goldman Sachs, a la crisis económica, la que hace que la gente se pueda morir en la puerta de un hospital si no tiene un seguro pagado... Esa clase de doctrina es la que explota el planeta como si sus recursos fueran infinitos, aún sabiendo que no lo son, porque es cortoplacista, de forrarme rápido y a la mierda todo lo demás. Si seguimos claudicando, nos quedará muy poco tiempo.
“Estamos al final” cantan.
-Expreso una especie de alarma. Quizá nos queden 40 o 50 años para el punto de no retorno. Lo dice la comunidad científica, no un pobre letrista como yo (ríe). Esa alarma la quería poner en una canción para poner nuestro granito de arena. Al final, nos sigue mucha gente y es bonito aprovechar el arte para decir lo que uno piensa.
Llevan desde 2013 sin hacer un disco de estudio con temas nuevos.
-Por medio tuvimos la publicación de un disco unplugged.
En 2015.
-Diez años y un día nos llevó por un montón de países y compilaba nuevas versiones acústicas de las que consideramos las mejores canciones del grupo. Fue una bonita aventura musical porque reinventarte te enseña otras maneras de enfocar las que van a venir en el futuro. Manipulas lo que has hecho con anterioridad y se abren nuevas dimensiones. Después de una década, fue una manera de decirle al público que cerrábamos la primera etapa de Dorian.
Por lo tanto, ¿con ‘Justicia universal’ inauguran la nueva etapa?
-Tenemos la sensación de que este disco es la primera parte de una trilogía musical en la que el grupo va a seguir evolucionando sónicamente y también desde su ADN electrónico hacia otros paisajes sonoros. Este viaje nos va a llevar dos discos más; creo que los grupos evolucionan en ciclos de tres álbumes.
Comenta ese “ADN electrónico” de Dorian; no renunciarán a él.
-Desde que empezó, la banda ha tenido la suerte de tener la electrónica en su ADN. ¿Qué te permite eso? Evolucionar a lo largo de tu carrera sin traicionar tu esencia. La electrónica es el material elástico con el que nosotros construimos nuestro andamiaje musical. Al ser elástico, nos permite evolucionar sin traicionar nuestra manera de hacer las cosas y nuestro sonido. Cualquier cosa que haga este grupo siempre suena a Dorian pero, a la vez, puede sonar diferente a lo largo del tiempo. No estamos sometidos, como una banda de pop-rock al uso, a ciertos parámetros o clichés que nos encorsetarían. Gracias a ese ADN del que hablamos, podemos mutar y, a su vez, ser nosotros mismos.
Han estado de gira por el continente americano, ¿qué tal ha sido la experiencia?
-La novedad en esta gira es que hemos estado yendo mucho a Estados Unidos, y entre octubre y noviembre volveremos para otras seis fechas más. Esto es una gran aventura que nos está dando muchas alegrías y viene a completar la aventura americana del grupo.
Habían girado, sobre todo, por Latinoamérica.
-Siempre habíamos trabajado mucho en México, en el Cono Sur. Son nuestros hermanos y nos sentimos como en nuestra segunda casa. El hecho de estar completando el circuito americano por Estados Unidos nos genera una gran alegría doble, es una tierra muy musical, con un circuito muy profesional en el que da gusto trabajar. Es duro, pero estamos acostumbrados a transitar caminos duros. Lo estamos disfrutando un montón. También nos hace felices que Dorian está consiguiendo internacionalizarse desde la más estricta independencia; nunca hemos estado amparados por una gran multinacional y tampoco hemos tenido grandes presupuestos y lobbies detrás. Nadie ha marcado nuestro camino, lo hemos hecho nosotros solos.
¿Cuáles son las influencias latinoamericanas de Dorian? En el tema ‘Llévame’ citan a Violeta Parra.
-La suerte que tenemos los músicos que viajamos es que te permite echar raíces emocionales, personales y culturales. A lo largo de estos últimos años en los que hemos viajado a países latinoamericanos, estos han acabado formando parte de nuestro paisaje y memoria emocional; eso ha acabado permeando las letras. Violeta Parra es un referente como intelectual y como artista y la quisimos meter en una canción. Asimismo, hablamos de Buenos Aires, de Cortázar y de Rayuela, tantas cosas que forman parte de nuestra vida y que sería imposible no incluirlas.
¿Cómo será el concierto que ofrecerán hoy en el Escenario Verde de la Zurriola?
-Es de los conciertos que más ilusión nos hace, pues sabemos de la importancia que tiene el Jazzaldia; tocar en la playa en Donostia es un sueño. Traeremos nuestro espectáculo más completo, el más ambicioso que tenemos. Lo que vamos a hacer es un repaso a toda la discografía de la banda y también a Justicia universal. No van a faltar los Dorian más electrónicos y bailables, y los Dorian más rockeros; también habrá momentos para la emoción con canciones como Arrecife.
¿Apostarán por que la Zurriola salga a bailar?
-Vamos a poner a la playa muy a tono para bailar, te lo aseguro.
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