Eresbil terminará de catalogar el archivo musical de Arantzazu este año
Supera en 2018 el cuarto de millón de materiales inventariados, 34.000 de ellos relacionados con música vasca
donostia - El Archivo Vasco de la Música, Eresbil, concluirá este año con la catalogación de los fondos “más antiguos” que existen en Gipuzkoa. Según comentó ayer su director, Jon Bagüés, Eresbil terminará de documentar los materiales conservados en el monasterio de Arantzazu, de los cuales ha inventariado ya 488 obras y espera que para finales del 2019 terminen de hacer lo propio con las más de 1.000 composiciones de los siglos XVII, XVIII y XIX que alberga el fondo y que interpretaban los músicos franciscanos antes del incendio del santuario en 1835. Las labores para esta digitalización ya se anunciaron hace un año y el responsable de la institución confía en que se culminen durante el presente ejercicio.
Bagüés hizo ayer balance de las actividades de la institución durante el pasado año y de los objetivos marcados para este, donde además de la catalogación online de los fondos musicales antiguos del monasterio, anunció que se encuentran trabajando en un mapa digital de fondos y colecciones musicales de toda la geografía vasca, que se añadirá a la guía de fondos musicales que Eresbil inauguró en 2017.
De esta manera, continuarán con los trabajos iniciados el año pasado, en los que escarbaron en los fondos de las bandas de música de Euskal Herria, mientras que en este ejercicio se centrarán en los de las entidades corales y los archivos musicales religiosos.
Por otra parte, si bien la Semana de la Música Vasca, Musikaste, estuvo en 2018 protagonizada por el patrimonio musical creado por mujeres compositoras -el programa acogió trabajos de 25 mujeres creadoras, supuso la incorporación de 47 obras nuevas en la colección de Eresbil, además de la digitalización de ocho trabajos la compositora vasco-argentina Anita Bringet Idiartborde, que se encuentran conservados en el Museo Vasco de Baiona-, en la de este año se recordará al organista y compositor barroco Joaquín Oxinaga, oriundo de Bilbao -el conjunto vizcaino Khantoria ofrecerá un concierto en el que homenajeará al autor en el 300 aniversario de su nacimiento-.
Musikaste se celebrará este año durante dos fines de semana, entre el 17 y 25 de mayo, y el espectáculo de clausura correrá a cargo de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, dado que el programa estará compuesto por obras de creadores del territorio vecino.
Durante el pasado ejercicio, Eresbil rozó los 260.000 documentos inventariados -añadió más de 7.000 documentos nuevos a su catálogo-. De ellos, el mayor número (114.700) corresponde a materiales audiovisuales, mientras que conservan 96.700 partituras, además de 21.200 referencias de biblioteca y otros 27.000 registros variados, como cartas, fotografías, programas y carteles, entre otros. Bagués explicó que la cifra de audiovisuales destaca sobre el resto de materiales del inventario debido a que el Archivo Vasco de la Música alberga la fonoteca de cuatro radios guipuzcoanas.
A su vez, comentó que durante el pasado año recibieron en donación cuatro fondos, entre los que destacó el de lezoarra Tomás Garbizu, del que además de sus partituras se han incluido materiales personales como cartas y documentos de su biblioteca musical. En este sentido, el director comentó que Garbizu editó, principalmente, música coral, pero también trabajó otros estilo, y deseó que con la incorporación de estos registros otros artistas puedan redescubrir el talento del compositor lezoarra. Al de Garbizu, hay que sumarle el fondo Jaume Albillos, el subfondo Jesús Ignacio Errandonea y el fondo José Luis Erquicia.
Entre el total de partituras, 34.600 son composiciones de autores vascos o músicas relacionadas con Euskal Herria. Eresbil colabora con la Asociación Vasco-Navarra de Compositores, lo que ha permitido que este año también aumente en 690 el número de estos documentos. De esas más de 34.000 composiciones, 16.400 corresponden a música coral.
Asimismo, entre los materiales con los que se hizo Eresbil en 2018, Bagüés indicó que habían conseguido medio millar de discos procedentes de la casa Columbia, que se inauguró en Donostia a comienzos de la década de 1920. El Archivo Vasco se hizo con estos álbumes a través de Emaús, que los consiguió después del vaciado de una casa.
Documentos. Los materiales inventariados por Eresbil han llegado a la cifra de 259.952 documentos. De ellos, 114.740 corresponden a materiales audiovisuales y 96.683 son partituras. La colección se completa con 21.238 referencias de biblioteca y 27.291 documentos variados (cartas, fotografías, programas, carteles, dosieres, etc).
Euskal Herria. El catálogo incluye 34.634 partituras de autores vascos o de músicas relacionadas con Euskal Herria. Durante 2018, se aumentó en 690 nuevas composiciones la cifra de esta sección.
Mujeres. La pasada edición de Musikaste se dedicó a las mujeres vascas compositoras. Se programaron 25 obras de estas creadoras -14 de ellas no se habían escuchado nunca-. Gracias a esta iniciativa, Eresbil ha incorporado 47 nuevos trabajos de mujeres compositoras. Además, ha digitalizado ocho compositores de Anita Bringuet Idiartborde (1981-1943), que se conservan en el Museo Vasco de Baiona.
Publicación. El teatro musical de Pablo Sorozabal fue el primero de una serie de libros publicados por Eresbil, en colaboración con Musikene y la UPV/EHU. La idea es que todos los años se edite un trabajo de este tipo.
Reconocimiento. El Archivo Vasco de la Música homenajeó a su fundador, José Luis Ansorena, el pasado mes de abril con motivo de su 90º cumpleaños.