donostia - Son malos tiempos para la ópera en Gipuzkoa. Ante “la falta de apoyo institucional” y la cada vez menos afluencia de espectadores, Opus Lírica se ha visto obligado a programar una única ópera en su tercera temporada. La flauta mágica, que se podrá ver en el Kursaal del 22 al 24 de febrero, será la única representación, cuando la cita anual suele ser doble. No obstante, desde la organización no se rinden y tratarán “de llenar el Kursaal para demostrar que la gente quiere títulos de ópera en Donostia”.
Así lo dieron ayer a conocer la directora artística de Opus Lírica, Ainhoa Garmendia, y el director musical del Orfeón Donostiarra, José Antonio Sainz Alfaro, acompañados por el diputado de Cultura, Denis Itxaso, quienes detallaron el concierto solidario que se celebrará este viernes en el Kursaal para apoyar la temporada de ópera.
“Es un momento difícil y necesitamos apoyo. Va a ser la primera vez que solo presentemos una ópera, ya que la experiencia en el Victoria Eugenia a día de hoy es insostenible”, explicó Garmendia, en referencia a la habitual segunda producción que programa tras su pase principal en el Kursaal.
La temporada de ópera solo cuenta con apoyo económico de la Diputación -25.000 euros para producciones superiores a los 100.000 euros-, por lo que la producción “está ligada en un 90% a la venta de entradas”.
La respuesta del público, no obstante, es cada año menor. “El 50% de los espectadores que veían ópera en Donostia eran muy mayores y ya no están. Tenemos que enganchar desde abajo, y así llegar a todos”, aseguró Sainz Alfaro, mientras que Garmendia achacó la situación a una falta de comunicación a la hora de presentar sus producciones: “La gente no sabe que hay ópera en Donostia”.
Por este motivo, Opus Lírica se ha decidido este año por una ópera familiar, La flauta mágica, de Mozart, que contará también con una representación infantil el día 24. “Queremos hacer ópera de calidad y educar en la cultura. Por eso, queremos llegar cada vez a más niños”, agregó la directora artística.
La versión que se representará en febrero estará a cargo de la ópera de Cámara de Navarra y la dirección de escena será de Pablo Ramos. Una producción “futurista, con muchas luces, pero fiel al relato original”.
Antes de ello, y con el objetivo de recaudar el presupuesto necesario para asegurar un espectáculo de garantías, este viernes el Orfeón Donostiarra interpretará un concierto solidario “típico de Verdi” bajo la batuta del propio Sainz Alfaro. El compositor italiano será el hilo conductor de un espectáculo en el que también tendrán cabida otros grandes nombres internacionales y vascos.
apoyo a lo local La flauta mágica será el décimo título operístico que presente Opus Lírica en cuatro años. Todas ellas obras 100% guipuzcoanas. “Nosotros creamos producciones desde aquí, con todo lo que eso conlleva. Los comercios, los técnicos, los artistas... todos son de aquí y eso se nota”, apuntó Garmendia, al tiempo que añadió que el objetivo nunca ha sido traer a los grandes nombres de la ópera, porque para eso ya está la ABAO en Bilbao: “Nos gustaría que estas producciones sirviesen para crear una cantera de público de ópera”.
Para Itxaso, precisamente esa apuesta por el talento guipuzcoano es la mejor baza de Opus Lírica. “Damos una voz de alarma por la situación en la que se encuentra la ópera en Gipuzkoa, pero también a los ciudadanos. La gente debe demostrar que quiere un título o dos de ópera al año en Donostia y para eso tienen que llenar el Kursaal”, aseguró.
Sainz Alfaro, por su parte, habló de interiorizar la ópera entre los ciudadanos y “pasar de lo afectivo a lo efectivo”. “Hacer ópera de manera privada es casi lanzarse a un agujero negro que está por descubrir y Garmendia lo lleva haciendo desde hace años. Si no se trabaja la respuesta del público, esto va a desaparecer”, auguró.
Asimismo, el director musical del Orfeón Donostiarra aprovechó la presencia del diputado de Cultura para pedir un modelo similar al anglosajón y acelerar la creación de una ley de mecenazgo cultural en la que ya trabaja la Diputación.