DONOSTIA ? Rebordinos se encontrabaayer en el María Cristina en la tradicionalsesión de despedidas de invitadosposterior a la gala de clausurade la 66ª edición del Zinemaldia que,según reconoció, han vivido con “ciertatensión” debido a la gran cantidaddes estrellas estadounidenses que haEl director del Zinemaldia,José Luis Rebordinos, hacebalance del recién cerradoFestival de Cine, en el que laConcha de Oro fue a manosde Isaki Lacuestapisado la alfombra roja de Donostia.
¿Se esperaba el tono reivindicativode la gala de clausura?
?No especialmente. Como festival nostoca ser imparciales a todos los niveles.El director del Zinemaldia no puedeentrar en cuestiones partidistas. Dela misma manera que nosotros nometemos política en las galas, porsupuesto, los invitados tienen plenoderecho a expresar lo que quieran. Elsábado hubo opiniones sobre Argentina,sobre Palestina, sobre EstadosUnidos... Es parte de la libertad deexpresión y parte de un festival queestá vivo y un mundo que está convulso.Eso se manifestó allí como lo hacenen muchas de las películas, como enCapharnaüm de Nadine Labaki quehabla de la pobreza extrema, o comoRojo que, habla de la situación deArgentina antes del golpe de Estado.
El Zinemaldia es un altavoz.
?Tiene que ser así, para los que lohacen a través de su cine y para losque se expresan cuando ganan unpremio. Es algo que tiene que ver conla salud democrática y de la libertadexpresión.
El palmarés quedó repartido, siendola Concha de Oro para ‘Entre dosaguas’ de Lacuesta, mientras que‘Rojo’ se hizo con tres premiosimportantes. No sé si la Concha hasido tan unánime como se dice.
?Si algo fue unánime fue la Concha deOro. Han discutido mucho sobre otraspelículas, pero lo único que sí sé esque cuando apareció la de IsakiLacuesta, todos ellos dijeron Esta esla película. Me lo ha contado el jurado.
¿Qué le parece el palmarés?
?La decisión del jurado siempre meparece la mejor posible porque espara que se expresen sus gustos, nolos míos ni los del comité de selección.A partir de ahí, si hago un análisis fríoy desde fuera, creo que es un palmarésmuy bueno, porque creo que sonpelículas sobre las que ha habido bastanteunanimidad. Leyendo opinionessobre el palmarés, creo que la genteestá contenta. La película de Isakiha gustado a nivel local, estatal e internacional.Hay gente que piensa quefalta alguna, también muy discutidasy apoyadas por la gente, como HighLife de Claire Denis. Para algunos esla mejor película del festival, paraotros es un horror. Es parte del juego.Ha tenido el premio Fipresci, con loque está dentro de las premiadas.
¿Claire Denis se marchó enfadadapor irse de vacío?
?No, se fue encantada. Las impresionesson raras. Le dimos el Fipresci alas 10.00 horas, porque tenía una cita en París a la tarde. Durante los 25minutos previos estuve con ella. Estabaencantada con la reacción delpúblico con su película, porque en elFestival de Toronto se salió muchamás gente.
¿Cuánta gente se fue de la proyeccióndel auditorio?
?Del pase del público del Kursaal sefueron como cincuenta y pico personas,de un total de unas 1.500. Nadasignificativo. Denis estaba muy contenta.Le había gustado mucho elZinemaldia y me insistía que es un festivaldonde se nota que a la gente legusta el cine. La entrega del PremioFipresci fue muy bonita porque habíamucha gente y se fue muy contenta.Quiere volver. Para nosotros ha sidoun lujo tenerla. Esperemos que vuelva.
Su discurso pareció un poco serio.
?Ella es así. Es muy seca, muy intelectuale introspectiva. Piensa mucho enlo que dice. Fue muy agradable oírlehablar de la película y del porqué decada cosa. Me estuvo hablando deJean Jennet y de sus referentes. Lanave de la película, en el fondo, simbolizauna cárcel y cuando los sereshumanos estamos encerrados tenemosun tipo de reacciones. Ella insistíaen que había querido hacer unapelícula muy dulce. Hay gente que lo ha entendido, pero otros piensan quees una provocación. Me dijo que nopretendía tal cosa.
¿Cómo valora la 66ª edición en suconjunto?
?Ha sido una Sección Oficial muy viva,muy dialéctica. Ha habido una presenciade actores y actrices, lo que llamamosglamur, que no ha existido nosé si nunca, pero desde luego no enestos ocho años en los que he dirigidoel Zinemaldia. Muy superior, a mijuicio, a la 60ª edición en la que hubocinco grandes Premios Donostia. Esteaño ha habido una docena de presenciasde primer orden. Una ediciónmuy potente.
¿Cómo ha funcionado el apartadode industria?
?Seguimos creciendo. El Foro deCoproducción ha sido el más potentede estos ocho años. El nivel de losproyectos era muy bueno, hemos recibidomás de 200. Este foro es la actividadmás exitosa del festival. Tambiénha habido mucho negocio. Porotra parte, seguimos apostando porlos estudiantes de cine y por los nuevosdirectores.
¿Manejan cifras?
?Ha habido más acreditados, cosaque, sinceramente, no queríamos.Puede sorprender, pero es así. Estamosa tope y pensamos que tenemosque ganar en calidad y no en cantidad.Estamos en torno a los 1.700 acreditados.
¿Considera que esta ha sido sumejor edición como director?
?Me cuesta compararlas, pero, probablemente,habrá sido la más grande.¿La mejor? No lo sé, depende dedónde pongas el foco. Es una edicióndonde todo ha madurado muy bien.Tenemos que pensar mucho en cómoqueremos el Zinemaldia. Somos unfestival muy determinado por la ciudadpara bien. Estamos determinadospor lo que ocurre en Tabakalera, dondeestán pasando cosas muy importantesque tendrán su peso en unoscuatro o cinco años. Gran parte de lafuerza del cine vasco va a surgir deTabakalera e intuyo que será fuerzafemenina.
¿El volumen de estrellas habrásupuesto un desgaste?
?Supone una tensión muy fuerte.Son operaciones complejas. Cuandoves salir a Robert Pattinson y vesel follón que hay fuera con miles depersonas, es normal que sean operacionescomplicadas. La seguridades importante. Por otro lado, no senota pero ha habido un operativoantiyihadista en el festival por partede la Policía y de la Ertzaintza.Están pasando cosas que la gente nove y hay que cuidar. La seguridad esprioritaria. Toda la tensión para laorganización se compensa por lobonito que es ver cómo está la ciudad.El cine americano es una de lasgrandes cinematografías y este añola Universal, la Fox y la Warner hanestado en Donostia con grandesactores.
Precisamente, la cinematografíanorteamericana ha estado relacionadacon las grandes perlas delZinemaldia.
?Además de estar en Cannes ha hechoun gran desembarco en Venecia, que se ha convertido en la antesala de losOscar. Hemos repescado películasmuy grandes como First Man comoRyan Gosling, A star is born conBradley Cooper, The Sisters brotherscon Jacques Audiard y John C. Reilly...Tengo la impresión de que todo cambiamuy rápido. Llegan las plataformasy nuevas formas de consumo,cada vez las películas se van a consumirmás rápido. Antes las películaspermanecían tres meses en cartelera,eso se ha acabado. Para que lo hagatiene que ser un Campeones, una quearrase. Al consumirse más rápido, lapromoción también tiene que ser másintensa. Tras Venecia, quince días después,los actores han vuelto a Europaal Zinemaldia.
Yendo a los primeros días del Zinemaldia,hay a quien no le ha gustadola gala de inauguración.
?Era una gala con un humor bastantesalvaje sobre el Zinemaldia y sobrela ciudad. Nos reímos de cosas que sedicen, que no viene nadie y, de repente,vienen las figuras más importantesdel cine norteamericano a Donostia.No pasa nada porque el humor noguste. A mí hay mucho humor que nome gusta, pero me parece bien que seejerza. No entiendo que la gente seponga belicosa. Me han llegado a decirque la gala iba en contra del euskeraporque hacíamos chistes por el temadel Gabon. Incluso leí en algún medioque en 35 minutos no había aparecidoel euskera. También habría quecomentar que durante 20 minutos sehabló íntegramente en euskera y que,por primera vez en la historia, hubocasi media hora de euskera en TVE.Seamos honestos. No me gusta que lagente tenga un a priori. Estamos enuna sociedad que acepta muy mal elhumor.
¿Hubo líneas rojas?
?Que no se hablase de política y nadade cine español, porque se convierteen un tema político. ¡Ya me gustaríapoder hacer chistes sobre cine español!Mira que da juego. Pero si hacesun chiste sobre el cine español, se convierteen político, en partidista. No mepreocupa el humor político, me preocupaque se interprete de una manerapartidista.
Su compromiso con la dirección esde tres años más.
?Si el Consejo de Administración quiere,yo seguiré tres años más. Siempreestoy a disposición de este, son misjefes. De la misma manera que me eligieron,pueden elegir a otra; agradeceréel tiempo que he estado y punto.Me he comprometido para tres años,lo que no quiere decir que me vayadentro de tres. Cuando llegue la fechame gustaría establecer con el consejoun plan de cambio a otros dos o tresaños vista, teniendo claro quién va adirigir el festival.
¿Alguien de dentro?
?Estoy convencido de que será alguiende dentro. Siempre han sido directoresgente que ya conocía el festival.Quiero que sea así, si al festival le parecebien, y la gente que viene tras de mícon conocimientos para ello sonmujeres. Sería muy raro que detrásde mí no dirija el Zinemaldia unamujer. Tengo 57 años, no me gustaríaseguir más allá de los 63.