“Me dijeron que nunca haría cine porque todo en mi cara estaba mal”
Judi Dench “fanfarroneará” de haber recibido el Premio Donostia
donostia - La actriz Judi Dench, conocida por haber interpretado en el cine a varias monarcas británicas, por sus papeles shakesperianos y por haber sido la jefa de James Bond en hasta ocho entregas, pudo no haber pisado jamás un plató de cine. Así lo confesó ayer en la rueda de prensa previa a la entrega del Premio Donostia, que tuvo lugar a la tarde en el auditorio del Kursaal.
Dench recibió el galardón de manos del presidente del jurado de la Sección Oficial, Alexander Payne, quien reconoció la “larga y brillantísima” carrera de la intérprete. “Gabon Donostia”, saludó Dench, intentando romper los aplausos del público que se alargaron durante unos dos minutos. “Debo disculparme por no hablar vuestro idioma”, pidió perdón, antes de recordar que no era la primera vez que estaba en Donostia y que la primera vez fue cuando tenía quince años, en un viaje en el que acompañó a sus padres. “En aquella época no imaginaba que iba a dedicarme a la interpretación y que estaría de nuevo aquí recibiendo este maravilloso premio”, afirmó, para después añadir que en su casa “fanfarroneará” de haber recibido este reconocimiento.
De hecho, la carrera de esta actriz que ha ganado un Oscar, diez Baftas y ocho premios Laurence Olivier -reconocimientos otorgados por sus actuaciones teatrales-, podía haber estado fuera de los escenarios y del séptimo arte. Dench comenzó estudios de diseño de escenografía, pero tras ver el escenario preparado para representar Rey Lear de Shakespeare en Stratford-upon-Avon (Inglaterra), en una producción protagonizada por Michael Redgrave, concluyó que no tenía imaginación para hacer algo así, por lo que decidió seguir los pasos de su hermano mayor y apostar por la actuación. Así, dio el paso y entró a trabajar en el teatro londinense Old Vic en 1957 -permaneció hasta 1961- donde pudo comenzar a desarrollar su “pasión por Shakespeare” -posteriormente trabajó con el The National, en la Royal Shakespeare Company y también en la compañía formada recientemente por otro amante del autor de Hamlet, Kenneth Branagh-.
Mientras trabajaba en la Royal Shakespeare Company le solicitaron que se entrevistase con alguien del mundo del cine para una posible colaboración en una película. Dench no quiso revelar el nombre de quien la entrevistó -una persona ya fallecida-: “Me dijo, gracias por venir, pero nunca vas a actuar en el cine, está todo mal en tu cara. Eché la silla hacia atrás y le respondí, muy bien, porque no quiero hacer películas”.
No obstante, la vida le volvió a dar la oportunidad de trabajar en el cine y la experiencia le “encantó”, al tiempo que le facilitó “aprender de sus iguales”. Pese a todo, Dench reconoció que teatro y cine son universos muy distintos para los actores, y que sobre los escenarios se desarrolla los lazos se estrechan más generando un sentido de comunidad.
Su trayectoria en la pantalla grande le ha permitido desarrollar una carrera de más de medio siglo participando en filmes como Una habitación con vistas (1985), Enrique V (1989), GoldenEye (1995), Hamlet (1996), Su majestad Mrs. Brown (1997), Shakespeare in love (1998) Chocolat (2000), Iris (2001), Atando cabos (2001), Mrs. Henderson presenta (2005), Casino Royale (2006), El exótico hotel Marygold (2011), Philomena (2013), La reina Victoria y Abdul y La espía roja (2018), que se proyectó ayer en el Kursaal tras la ceremonia de entrega.
“busco trabajo” Pese a su larga trayectoria y a la cantidad de premios que acumula, Judi Dench se mostró humilde y aseguró que no se siente “poderosa” por su éxito, sino que es una actriz que espera a que le llamen para los siguientes papeles y que teme que no lo hagan: “Siempre he sido una actriz que busca trabajo y lo sigo siendo”.
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