La compañía guipuzcoana Kulunka Teatro se hizo el pasado lunes por la noche con nada más y nada menos que dos Premios Max de las Artes Escénicas. La obra Solitudes de este grupo de Hernani logró el galardón al Mejor Espectáculo de Teatro y también el de Mejor Composición Musical para Espectáculo Escénico, que se llevó el ubetense Luis Miguel Cobo.

Solitudes es, tras Edith Piaf. Taxidermia de un gorrión y André y Durine, el tercer proyecto de esta compañía que nació en el año 2010, fruto de la colaboración de la actriz Garbiñe Insausti y el actor José Dault. La premiada, al igual que André y Dorine, es una obra sin texto y en la que los actores portan máscaras, impidiendo a los espectadores ver su rostro.

Insausti, que habló ayer con este medio, dijo estar “alegre y feliz” por estos reconocimientos. También se mostró agradecida porque con estos premios se permite hacer “un hueco” a un tipo de teatro “un poco diferente, que hasta ahora no ha tenido mucha visibilidad” en este tipo de certámenes. “Kulunka Teatro se encuentra en un momento dulce”, reconoció.

Solitudes, dirigida por Iñaki Rikarte, es una obra que habla sobre la incomunicación generacional dentro de una familia. El protagonista es un anciano, que vive al cuidado de su hijo y de su nieta.

Insausti comentó que el teatro con máscaras y sin texto es cada vez más habitual y que cada vez más compañías se están “atreviendo a utilizar este lenguaje”. “Existe cierto desconocimiento y temor, pero al final es un lenguaje que llega de una manera muy directa y sencilla, de manera que emociona y divierte. Tanto los programadores como el público tienen cada vez más confianza en este tipo de proyectos”, comentó, al tiempo que deseó que “cada vez, obras de todo tipo tengan cabida en los teatros”.

En el caso de Solitudes, Insausti reconoció que se produce una paradoja, que es también la que le da valor a la obra. La responsable de Kulunka Teatro afirmó que desde que comenzaron a girar con André y Dorine el público les comenta que resulta paradógico ver “cómo algo que es rígido, como una máscara que no cambia de expresión”, puede “generar mucho” a nivel emocional. “Nos dicen que las máscaras tienen vida, que las ven reír, llorar y enfadarse. Llevar al público de la mano en ese viaje donde el humor y la emoción tienen cabida es muy placentero para artistas o creadores”, aseguró.

Asimismo, consideró que uno de los aciertos de la obra galardonada es su propia temática, “en la que la gente se ve reconocida”. “Todos nos podemos ver reflejados -continuó Insausti-, desde el abuelo, hasta el padre superado por las circunstancias, pasando por una nieta que se está encontrando a sí misma”. En este sentido, la obra la titularon en plural debido a que, aún siendo el anciano el protagonista, desde Kulunka han querido mirar “a esas otras soledades que nos acompañan y nos rodean”.

el recorrido Las producciones de esta compañía vasca han acabado de una forma u otra entre las candidatas de los Premios Max de las Artes Escénicas. Con su producción anterior, Edith Piaf, Insausti fue nominada a Mejor Actriz en 2017: “En aquella ocasión no pudo ser, pero este año es todavía más especial porque al ser el Premio al Mejor Espectáculo reconocen el trabajo de muchos, desde la dirección a los actores. Además, Cobo también se ha llevado un premio por la composición musical. Estamos doblemente felices porque es un premio de todos y para todos”.

Insausti comentó que continuarán girando, como hasta ahora, con las tres obras a la vez. A finales de esta semana viajarán hasta Hong Kong para representar André y Dorine, mientras que durante el mes de julio permanecerán con esta obra en Avignon (Francia). Y es que Kulunka Teatro ha tenido una gran acogida a nivel internacional. No en vano, con André y Dorine han llevado a cabo más de 500 funciones en 30 países, algunos de ellos lugares a los que han tenido que volver. Es el caso de China, donde han estado hasta en catorce ocasiones, o de Rusia o Turquía, donde han repetido hasta tres veces.

Pese al éxito en el extranjero, sí que lamentan haber tenido “menos recorrido” en su tierra, en Euskal Herria. No obstante, aseguran que en Donostia y Gasteiz siempre les han apoyado y que todos sus proyectos han contado con el impulso del Gobierno Vasco y del Instituto Etxepare.

Si bien están centrados en su gira, la compañía vasca no deja a un lado la idea de desarrollar nuevos proyectos. A partir de otoño de 2019 estrenarán una nueva obra, con guion y dirección de Rikarte. Está claro que la experiencia, el reconocimiento del público, los galardones y los nuevos horizontes les permiten ver cumplido el “sueño” que tuvo “un pequeño grupo de gente” y que ahora está convirtiendo Kulunka Teatro “en una compañía estable”.