Una película de Frederick Wiseman: ‘Titicut Follies’
El joven Wiseman era un estudiante de derecho cuando comenzó a visitar el Hospital Bridgewater de Massachusetts, una institución para presos con problemas mentales. Su incursión en el cine había sucedido poco antes, cuando en 1964 produjo un largometraje de Shirley Clarke. Pero este retrato directo, crudo e inolvidable sobre un manicomio, sus terapias, pacientes, cuerpos y día a día, fue su primer trabajo como director y asentó las bases de su inconfundible estilo de cine directo.
Hoy, a las 20.00 horas en cine - sala 1, Tabakalera.